"Tino Casal ha sido uno de los artistas más relevantes de los 80"
Los documentales pueden ser buenos, malos y regulares y el titulado ´Gran Casal, me como el mundo´ dirigido por el asturiano José Antonio Quirós, estrenado en el último Festival de Málaga y que pudimos ver el pasado jueves en el teatro Campoamor de Oviedo tiene cosas buenas, cosas malas y cosas regulares. ¿Por dónde empezamos? Por lo bueno, como buena es en sí es la idea de hacer un reportaje sobre la figura de Tino y recuperar para las nuevas generaciones a un personaje de un calibre tremendo y para las viejas generaciones conocer aspectos inéditos o desconocidos de su amplia vida y milagros. Bueno es
El enorme trabajo realizado para contactar y grabar a 35 personas que de una u otra manera tuvieron relación con Tino Casal, le conocieron profesional y personalmente y están legitimados perfectamente para contarnos aspectos concretos de su intensa vida. Buena es la explicación que se da de su enfermedad ósea y de las graves consecuencias que tuvo posteriormente para su carrera. Y bueno es a grandes rasgos el resultado final, el retrato que se hace de un artista global capaz de pintar, diseñar y componer con una originalidad fuera de dudas y que le causó varios problemas precisamente por ser un adelantado a su tiempo. Regular? El planteamiento del documental; un tanto confuso, sin una cronología clara y soltando los temas por aquí y por allá sin una hilazón más coherente. Y malo? Más que malo de delito el sonido. Con ese sonido no se puede presentar un documental que además se basa exclusivamente en los testimonios orales de la gente. Si no escuchas no entiendes y si no entiendes te cabreas, te aburres y te vas. No es un problema de mala mezcla sino de mala toma de sonido en origen y buena prueba de ello es que a Julián Ruiz tienen hasta que subtitularlo porque no se entiende nada de lo que dice. Existiendo como existen los micros de solapa no puedo comprender que ha querido hacer Quirós privándonos del sonido. Y es que un sonido así eclipsa el resto del trabajo. Es algo así como si publicas un libro y tiene tantísimas erratas que es imposible leer dos líneas sin tener que hacer un esfuerzo sobrehumano. Y por último más que malo es una verdadera lástima que el documental sobre un músico no tenga música. Si por algo fue conocido Tino Casal y por algo se le recuerda es por sus canciones y sin canciones un reportaje sobre su vida queda más que cojo, paralítico. Creo que ha sido un problema de derechos de autor y que había que pagar una buena cantidad de dinero, pero se hace lo posible por pagarlo. Que no puedes comprar tres canciones, pues compras dos o una pero alguna, la que sea porque sin música ´Gran Casal, me como el mundo´ nace muerto y es como un jardín sin flores, como un toro sin cuernos o como Tudela Veguín sin cementera, un intento fallido de una buena idea hecha con buena intención.
La voz de Asturias – David – 18/05/2004
Los documentales pueden ser buenos, malos y regulares y el titulado ´Gran Casal, me como el mundo´ dirigido por el asturiano José Antonio Quirós, estrenado en el último Festival de Málaga y que pudimos ver el pasado jueves en el teatro Campoamor de Oviedo tiene cosas buenas, cosas malas y cosas regulares. ¿Por dónde empezamos? Por lo bueno, como buena es en sí es la idea de hacer un reportaje sobre la figura de Tino y recuperar para las nuevas generaciones a un personaje de un calibre tremendo y para las viejas generaciones conocer aspectos inéditos o desconocidos de su amplia vida y milagros. Bueno es
El enorme trabajo realizado para contactar y grabar a 35 personas que de una u otra manera tuvieron relación con Tino Casal, le conocieron profesional y personalmente y están legitimados perfectamente para contarnos aspectos concretos de su intensa vida. Buena es la explicación que se da de su enfermedad ósea y de las graves consecuencias que tuvo posteriormente para su carrera. Y bueno es a grandes rasgos el resultado final, el retrato que se hace de un artista global capaz de pintar, diseñar y componer con una originalidad fuera de dudas y que le causó varios problemas precisamente por ser un adelantado a su tiempo. Regular? El planteamiento del documental; un tanto confuso, sin una cronología clara y soltando los temas por aquí y por allá sin una hilazón más coherente. Y malo? Más que malo de delito el sonido. Con ese sonido no se puede presentar un documental que además se basa exclusivamente en los testimonios orales de la gente. Si no escuchas no entiendes y si no entiendes te cabreas, te aburres y te vas. No es un problema de mala mezcla sino de mala toma de sonido en origen y buena prueba de ello es que a Julián Ruiz tienen hasta que subtitularlo porque no se entiende nada de lo que dice. Existiendo como existen los micros de solapa no puedo comprender que ha querido hacer Quirós privándonos del sonido. Y es que un sonido así eclipsa el resto del trabajo. Es algo así como si publicas un libro y tiene tantísimas erratas que es imposible leer dos líneas sin tener que hacer un esfuerzo sobrehumano. Y por último más que malo es una verdadera lástima que el documental sobre un músico no tenga música. Si por algo fue conocido Tino Casal y por algo se le recuerda es por sus canciones y sin canciones un reportaje sobre su vida queda más que cojo, paralítico. Creo que ha sido un problema de derechos de autor y que había que pagar una buena cantidad de dinero, pero se hace lo posible por pagarlo. Que no puedes comprar tres canciones, pues compras dos o una pero alguna, la que sea porque sin música ´Gran Casal, me como el mundo´ nace muerto y es como un jardín sin flores, como un toro sin cuernos o como Tudela Veguín sin cementera, un intento fallido de una buena idea hecha con buena intención.
La voz de Asturias – David – 18/05/2004
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