viernes, 31 de agosto de 2007

1991 - Casal: Tino Casal muerto en accidente de tráfico

“Tino Casal contaba 41 años de edad y al día siguiente del tráfico accidente iba a presentar un álbum recopilatorio de todos sus éxitos”
“Su vehículo chocó contra una farola cuando volvía de una fiesta”

El cantante Tino Casal falleció a primera hora de la mañana del pasado domingo 22, en la carretera de Castilla, en Madrid, al chocar el vehículo en el que viajaba contra una farola. El cantante regresaba con un grupo de amigos de una fiesta y parece ser que el coche, un Opel Corsa, derrapó en una curva y se salió de la carretera, yendo a estrellarse violentamente contra una farola del alumbrado público. Los acompañantes de Tino Casal resultaron heridos de diversa consideración.

A las pocas hora de conocerse la noticia todo el pop español estaba consternado, Tino Casal perdió la vida en el acto, a cause del fuerte impacto del vehículo en el que viajaba contra una farola. En el automóvil también viajaban Gonzalo García Villanueva, de 28 años, quien precisamente conducía el coche; Manuel Camino Alcón y el pintor Antonio Gómez Villatoro, todos ellos resultaron heridos.

La familia de Tino Casal no pudo desplazarse desde Asturias, donde residen, a Madrid hasta el día siguiente de la trágica accidente. El cadáver del cantante quedó depositado en el Instituto Anatómico Forense, lugar al que acudieron numerosos amigos para dar el último adiós a Casal. Massiel se encontraba muy afectada por la noticia, al igual que Julian Ruiz, productor de muchos de sus discos. Luis Cobos, Paco Clavel, Micky o Caco Senante, entre otros muchos rostros conocidos, que no podían ocultar su dolor por el triste suceso.

Enterrado en su Asturias natal

Tino Casal contaba 41 años en el momento de su muerte. Había nacido en Tudela-Veguin (Asturias) y era el menor de tres hermanos. Sus hermanas mayores, Conchita y Maite, viajaron desde Asturias a Madrid para hacerse cargo de los restos de su hermano, ya que los padres de Tino no pudieron hacerlo dada su avanzada edad. Tino Casal fue enterrado en su Asturias natal, en el panteón familiar.

La muerte llegó al cantante en un momento en que muchos proyectos iban a hacerse realidad. Justo un día después del fatídico accidente iba a presentarse en Madrid un álbum con la recopilación de sus mayores éxitos.

Descendiente del “glam”

El cantante dio sus primeros pasos en la música con un grupo asturiano, Los Archiduques. Posteriormente viajó a Londres atraído por la corriente del “glam” que lideraba el carismatico David Bowie. En la capital británica se relacionó con nombres como John Miles, Brian Ferry y el propio David Bowie.

A su regreso a España inició su carrera como cantante solista. Su primer éxito fue “champú de huevo” al que siguieron “Chico estupido”, “Embrujada” y, especialmente una muy lograda versión del celebre “Eloise” que grabó en español acompañado de la Royal Philarmonic Orchestra de Londres. Fue productor de grupos como Tacones y Obús.

Sobrevivió “de milagro” a una necrosis

Tino Casal mantuvo un duro pulso con la muerte hace unos años cuando le fue diagnosticada una enfermedad hepático-renal que se complicó y desembocó en una necrosis en ambas caderas. Durante unos años fue sometido a complicadas intervenciones quirúrgicas y se vio postergado a una silla de ruedas.

“Todo empezó con un esguince”, recordaba Tino Casal, “que tuve durante una actuación en Valencia. Me dijeron que debía guardar dos meses de reposo, pero no hice caso, ya que estábamos en plena gira y no podía dejar colgada a la gente que estaba conmigo. Como tenia muchos dolores me fui automedicando hasta que llegó un momento en que el dolor no me dejaba vivir. Fui al hospital para que me revisaran la pierna y me dijeron que estaba al borde de la muerte. Con el tiempo me di cuenta de que estaba vivo de milagro”.

El cantante ingresó en el hospital el 29 de Agosto de 1985. Después de 19 días en la UVI, sin comer ni beber, “llegaron a darme la extremaunción”. Un proceso infeccioso de origen y naturaleza desconocidos hicieron pensar en un principio que se trataba de Sida, diagnóstico que se descartó posteriormente. Llegaron a sacarle hasta cuatro litros de líquido infeccioso de su pierna izquierda.

Tras una larga convalecencia el cantante reapareció en 1988 con “Lagrimas de Cocodrilo” y un bastón que no necesitaba, pero que “me daba seguridad” decía.

La fama le llegó de la mano de la música, pero Tino Casal cultivó otras facetas del arte, como la pintura, el diseño y la decoración. El cantante, que siempre había manifestado que necesitaba estar en movimiento, se refugió en la pintura durante los largos años que duró la convalecencia de su enfermedad.

Un artista polifacético y algo extravagante

La ropa que lucia, tanto en sus apariciones en público como en su vida privada estaba diseñada por el mismo. Con su cada vez mas sofisticado estilo, el “look” del cantante asturiano podía gustar o no, pero en cualquier caso jamás pasaba desapercibido.

El gusto por lo barroco y lo kistch también quedaba reflejado en la decoración de su domicilio y en las portadas de sus discos.

Estas extravagancias en su imagen contrastaban con el concepto que el cantante tenía en otros aspectos de la vida, como por ejemplo la familia y la tierra. Aunque residía en Madrid, siempre manifestó un gran apego por su tierra, Asturias. El amor hacía su madre y el que sentía hacia la única novia que se le conoció –una profesora de Filología Inglesa llamada Pepa y con la que mantuvo mas de 15 años de relaciones formales- le llevaron a declarar en alguna ocasión que deseaba casarse y “y tener muchos hijos”.

No le gustaba madrugar, “hasta las 3 de la tarde no me entero de nada”, solía decir, y vivía fundamentalmente de noche.

Pronto – Septiembre de 1991

1991 - Casal: Tino Casal fallece en accidente de tráfico

"Tino Casal fallece al chocar contra una farola el automóvil en el que viajaba"
"El cantante será enterrado hoy en una localidad asturiana"

El cantante asturiano Tino Casal, de 41 años, falleció a las 07.30 horas de ayer al estrellarse contra una farola el vehículo “Opel Corsa 1300” en el que viajaba en compañía de otras tres personas, según Tráfico. El accidente, ocurrió en el kilómetro 4,50 de la carretera de Castilla, al salirse de la calzada el automóvil conducido por Gonzalo García Villanueva de 28 años, y en el que también viajaban Manuel Camino Alcón y el pintor Antonio Gómez Villatoro, de 42 años, que resultaron heridos de diversa consideración.

Al cadáver de Casal le fue practicada la autopsia en el Instituto Anatómico Forense. Una hermana del cantante explicó que el cuerpo será trasladado a Asturias, donde será enterrado en el panteón familiar situado en la localidad de Tudela Veguin.

Antonio Gómez Villatoro se encuentra ingresado en la unidad de observación de la Clínica Puerta de Hierro, con varios golpes en el cuello.

Al parecer el cantante y sus amigos habían decido el sábado trasladarse a la localidad de Patones para cenar en el restaurante “El Poleo”, propiedad de un familiar de Gómez Villatoro, pero en el último momento decidieron no ir por la fuerte tormenta que cayó en la región y para evitar un posible accidente. “Sin embargo –informó el propietario del restaurante- parece que finalmente se decidieron a salir con el coche, aunque ignoro donde fueron”.

Misterioso y controvertido

Tras formar a finales de los 70 el grupo asturiano Los Archiduques. Casal emprendió su carrera en solitario en los 80 con los discos “NeoCasal”, “Etiqueta negra” y “Hielo rojo” que lo presentaron como un hombre misterioso y controvertido, a pesar de cosechar éxitos notorios con temas como “Champú de huevo” o “Embrujada”.

En su mayor momento de popularidad desapareció de la escena musical durante cuatro años afectado por una peligrosa necrosis. En 1988, retornó el punto de su carrera con el elepé “Lagrimas de cocodrilo”, en el que se incluian dos de sus mayores éxitos. “Oro negro” y “Eloise”. Su última entrega discográfica fue “1990 Histeria” dedicado a la pareja de pintores “Costus”, fallecidos un año antes.

1991 - Casal: Las turbias noticias sobre la muerte de Tino Casal

El coche en el que viajaba el cantante Tino Casal y en el que encontró la muerte estaba lleno de jeringuillas. Pero no eran de los cuatro ocupantes, como se dijo. Según su casa discográfica, pertenecen a los médicos que atendieron a sus compañeros. Se las dejaron olvidadas allí cuando les inyectaron calmantes para aliviar su dolor.

1991 - Casal: Tino Casal ha muerto en accidente de tráfico

“Hace tres años superó una gravisima enfermedad y reanudó su carrera con nuevos bríos”

Tino Casal falleció el pasado 22 de Septiembre en un fatal accidente de tráfico en Madrid. Con su muerte, la música española pierde uno de los artistas que mas ideas innovadoras introdujo.

Jose Celestino Casal Álvarez, de cuarenta y un años de edad, y natural de la localidad asturiana de Tudela Veguin, perdió la vida casi sin darse cuenta. Eran las siete de la mañana y acompañado por tres amigos, que responden a las iniciales de G.G.V, de veintiocho años; A.G.V, de cuarenta y dos, y M.C.A, viajaba a borde de un Opel Corsa de color blanco, matricula M-3662-FT.

A la altura del kilómetro 4,5 de la carretera M-500, G.G.V, que era quien conducía, perdió el control por causas que aún se desconocen, chocando a toda velocidad contra una columna. Tino Casal falleció en el acto, mientras el resto de las personas accidentadas permanecen en estado grave en un centro hospitalario de Madrid. Fue necesaria la ayuda de los bomberos para sacar a Tino del coche, ya que se encontraba atrapado en el asiento delantero derecho. El cuerpo del cantante fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde se le realizó la correspondiente autopsia.

Con toda probabilidad, el cantante será enterrado en su tierra natal, y para este cometido, una hermana y un cuñado viajaban horas después de conocerse la fatal noticia hacia Madrid, con la intención de agilizar todos los trámites para trasladar el cuerpo.

Tino era diferente, irrumpió en el panorama musical español en la década de los 80 con mucha fuerza, intentando mostrar al público algo completamente nuevo. Su ropa, su música, su manera de actuar sobre el escenario delataban sus peculiares ideas sobre lo que significa ser cantante.

En 1985 sufrió un esguince de tobillo mientras actuaba en Almería. Los continuos dolores que padecía fueron calmados a base de antiinflamatorios, cada vez más fuertes, que llegaron a producirle una hepatitis. Tuvo que ser ingresado y pasó diecinueve días en la UCI del madrileño Hospital del Rey, sin beber ni comer, llegando incluso a darle la extremaunción.

Pero Tino sacó fuerzas de flaqueza y se recuperó. Muchos eran los rumores que corrían sobre la naturaleza de su enfermedad y el genial cantante supo imponerse a todos y cada uno de ellos. Tras el hospital, otro problema se le vino encima, ya que la pierna seguía en muy mal estado. Se le formó una necrosis en la cadera, de la que tuvieron que operarle quitándole la cabeza del fémur.

Musicalmente hablando, Tino comenzó su carrera en grupos como Los Zafiros Negros o Los Archiduques, hasta que da sus primeros pasos en solitario a finales de los 70. “Histeria” fue su último disco, que sacó al mercado tras una larga ausencia provocada por su enfermedad, que le mantuvo postrado en una silla de ruedas.

Extravertido y hablador, confesaba tener muchisimas personalidades y afirmaba no tener ningún rubor cuando la gente se quedaba parada por la calle a su paso, vistiendo ropas extravagantes y vistosas.

El futuro no le preocupaba “mi destino no es casual” decía en una de sus últimas entrevistas, “puede ser que haya una parte improvisada que me condicione, pero cada uno tiene lo que merece. Yo me lo he trabajado y lo he buscado, y tengo lo que de verdad me merezco, nada mas y nada menos”.

Revista Semana – Septiembre 1991

1991 - Casal: El cantante Tino Casal fallece en accidente de tráfico

"Tras una carrera musical intermitente a causa de graves problemas de salud, y tras la publicación de su último disco el pasado año, Casal falleció ayer domingo, a los 39 años, en un accidente de tráfico"

Tino Casal, el cantante pop que se hizo famoso con temas como “Champú de huevo” o “Embrujada”, falleció, a primera hora de ayer domingo, en un accidente de tráfico ocurrido en las afueras de Madrid. El hecho sucedió cuando el coche en el que viajaba con unos amigos se estrelló contra una farola.

Tino Casal, nacido en Oviedo hace 39 años, inició su carrera musical en nuestro país en 1975 tras vivir varios años en Londres donde contactó con músicos de la talla de Steve Winwood, John Miles, Ian Gillan, Chris Spedding, Bryan Ferry y David Bowie entre otros.

“Champú de huevo” fue su primer éxito y con el que se dio a conocer en el terreno musical, que siempre alternó con su faceta de pintor y diseñador. Su segundo paso importante fue “Chico estúpido”.

El lanzamiento definitivo le llegó en 1983 con la canción “Embrujada” y ese mismo año grabó el elepé “Etiqueta negra”, donde ya mostraba una imagen de sofisticación y ambigüedad que siempre procuró mantener y cuidar. Creada a través de sus propios diseños de ropaje extravagantes, al margen de modas, se presentaba como un heredero tardío del “glam”, que tan de cerca conoció en Londres.

Paralelamente a su carrera discográfica, Tino Casal se encargó de producir grupos como Tacones y Obús, y en 1984 apareció su disco “Hielo Rojo”

Un año mas tarde cayó aquejado de una grave enfermedad hepático-renal que levantó rumores de un posible sida. Tras una larga convalecencia de tres años, y varias intervenciones quirúrgicas debidas a complicaciones de un esguince con una necrosis en ambas piernas (en las que le tuvieron que poner sendas prótesis) en 1988 reanudó su trabajo con el disco “Lagrimas de cocodrilo”.

El pasado año salió a la luz el álbum “1990 histeria”, dedicado a Las Costus, dos pintores amigos suyos que habían fallecido el año anterior a causa del sida.

Tino Casal canalizó sus inquietudes artísticas por el mundo de la música, tras estudiar pintura y decoración en la Escuela de Bellas Artes. Estas inquietudes artísticas siempre se vieron reflejadas en un entorno formado por amigos como Mcnamara –que formó dúo musical con Almodóvar” o el director de cine Iván Zulueta, aunque nunca se consideró parte de una cultura marginal.

La vanguardia – 23 de Septiembre de 1991

1991 - Casal: Tino Casal falleció ayer en un accidente de tráfico

“El artista Tino Casal falleció ayer en un accidente de trafico”
“El coche en el que viajaba con varios amigos chocó contra una farola”

El genial y polifacético artista Tino Casal falleció ayer domingo en un accidente de circulación ocurrido en Madrid, cerca del puente de los Franceses, donde el coche en el que viajaban él y sus amigos se estrelló contra una farola. Casal no conducía el vehículo y es el único que ha perdido la vida tras el accidente. El pinto Antonio Villa-Toro, que era uno de los que iban con él, no tiene heridas graves.

Madrid. El famoso artista Jose Celestino Casal, más conocido como Tino, falleció en la mañana de ayer domingo tras sufrir un gravisimo accidente de circulación. El accidente en el que Tino Casal perdió la vida se produjo aproximadamente a las siete de la mañana del domingo en el kilómetro 4,500 de la carretera M-500, conocida como “carretera de Castilla”, muy cerca del madrileño puente de los Franceses.

El vehículo en el que viajaba Tino Casal con varios amigos, entre ellos el conocido pintor Antonio Villa-Toro, que se encuentra internado en observación (no tiene al parecer, ninguna herida grave), se salió de la carretera y chocó contra una farola.

Todos los que iban en el coche, que no conducía Casal, habían estado esa noche, hasta la madrugada en la conocida discoteca Stella.

Tino Casal, nació en Oviedo y era un artista polifacético: músico, cantante, diseñador. Pintor, escultor… Actualmente, tras haber presentado en Madrid una magnifica exposición de su obra plástica, proyectaba junto a otros artistas, como Villa-Toro, McNamara y Campoamor, un viaje a la Habana. (Cuba), donde les había sido encargada la remodelación del Parque Central de esta ciudad y donde él pensaba instalar algunas de sus espléndidas esculturas.

ESPIRITU RENACENTISTA

Casal estudió pintura y decoración en la Escuela de Bellas Artes y realizó su primera exposición en esta escuela en el año 1971. Empujado por sus inquietudes musicales y estéticas viajó a Londres, donde vivió durante varios años y donde contactó con estrellas de la música moderna como Steve Winwood, Bryan Ferry o David Bowie.

En el año 1975, Tino Casal regresó a España y aquí alternó su labor como compositor de música con ele trabajo de creador de moda, decorador y pintor-escultor.

Las primeras incursiones de este artista en el mundo de la música fueron en un grupo llamado Los archiduques. Su debut en solitario lo hizo con el disco “Champú de huevo”. Luego vinieron “Chico estúpido” y “Hielo rojo”.

Tras su tercer LP desapareció durante algún tiempo de los escenarios a consecuencia de una enfermedad que le produjo descalcificación de huesos y necrosis en la cadera. Esto le obligó a aprender a andar de nuevo, durante algún tiempo se vio obligado a caminar con muletas, pero ya estaba totalmente recuperado.

Otros tres discos completan la breve discografía de Casal: “Etiqueta Negra”, “Lagrimas de cocodrilo” y 1990-Histeria”. Este último álbum estaba dedicado a Costus, dos artistas gaditanos muy amigos suyos que habían fallecido trágicamente un año antes.

Fue productor de grupos como Tacones y Obús y autor de la sorprendente decoración de locales ya “míticos” en Madrid como por ejemplo La Vía Láctea. Tino Casal deja grandes éxitos como “Embrujada”, cinco discos que tal vez ahora empiecen a ser valorados como merecen, muchisimos amigos (sobre todo dentro del mundo del arte y el espectáculo) y una imagen muy personal que mezclaba cierto barroquismo con “glam”, “pop” y, por supuesto, la singular personalidad de este inteligente y original artista enamorado del romanticismo, los vampiros y la música de David Bowie.

El independiente – Madrid, 23 de septiembre de 1991

jueves, 30 de agosto de 2007

1991 - Casal: El cantante Tino Casal muere en un accidente

El cantante, compositor y pintor Tino Casal, de 41 años falleció en un accidente de tráfico ocurrido a las siete de la mañana de ayer en las afueras de Madrid. El cantante iba en un coche conducido por un amigo, con otros dos pasajeros que han resultado heridos de diversa consideración. El autor de “Embrujada”, “Pánico en el edén” y “Eloise” cultivó una imagen de nuevo romántico y en 1981 produjo el primer elepé de un grupo heavy español: Obús.

Tino Casal inició su carrera musical en Oviedo, su ciudad natal, con el grupo Los archiduques. Tras la aparición de sus primeros discos, “Champú de huevo” y “Chico estúpido”, le llegó en 1984 la popularidad con Hielo Rojo. Tras una grave enfermedad volvió a la música con Lagrimas de Cocodrilo, y, su último trabajo, 1990 histeria.

El productor de varios de sus discos, Julián Ruiz, declaró ayer: “Sabia que no iba a llegar a viejo. Estábamos preparando un disco coincidiendo con el cambio de casa discográfica y estaba muy ilusionado por grabarlo en Japón. Quería hacer una nueva versión de Embrujada. Era un gran artista”

El país – 23 de Septiembre de 1991

1991 - Casal: Muere el cantante Tino Casal

“Muere el cantante Tino Casal tras chocar el vehículo en el que viajaba contra una farola”
“El accidente se produjo en la carretera de Castilla junto a la madrileña Casa de Campo”
“El automóvil siniestrado, un Opel Corsa, quedó totalmente destrozado”

El conocido cantante español Tino Casal perdió la vida en la madrugada de ayer en Madrid, al chocar violentamente el vehículo en el que viajaba contra una farola.

El accidente se produjo en la carretera M-500, concretamente en el kilómetro 4,5 a unos 400 metros del Puente de los Franceses en dirección M-30 sur.

El vehículo siniestrado, un Opel Corsa SR de color blanco, quedó totalmente destrozado, siendo la parte delantera derecha la más afectada por el impacto. Este es el lugar en el que iba sentado el popular cantante, al que acompañaban otras tres personas más en el interior del citado automóvil.

La causa del accidente se desconoce hasta el momento, pero la hipótesis más probable es que una distracción del conductor fuera la circunstancia que produjo el luctuoso siniestro.

La zona en la que tuvo lugar la colisión ha sido remozada recientemente, no ofreciendo ninguna dificultad a los conductores, ya que tanto la señalización, correcta y perfectamente visible desde la calzada, como la curva anterior, muy amplia, bien iluminada y con tres carriles, no parece que hayan podido ser la causantes del fatal accidente.

La velocidad máxima en la M-30 está limitada a 90 kilómetros por hora, pero no se puede determinar con exactitud la velocidad a la que iba el vehículo en el momento de producirse el accidente al no existir huellas de un frenazo.

SIN FRENADAS

Junto a la farola derribada por el impacto del vehículo no hay ninguna marca de frenada, presumiblemente por que el conductor no se percató de la colisión hasta el momento mismo en el que se produjo.

Después de salirse de la carretera y colisionar contra la farola, el vehículo destrozó la valla divisoria de la carretera con la Casa de Campo. En este mismo lugar permanecen restos de la propia valla separadora así como algunas partes del automóvil siniestrado.

El vehículo, que fue trasladado por una grúa desde el lugar del accidente hasta la localidad de Villafranca del Pardillo, se encuentra estacionado junto a un concesionario de automóviles.

En la parte frontal derecha se aprecia claramente el lugar en que se produjo el choque.

En el interior del coche se ha podido comprobar también que el cinturón de seguridad del lado del acompañante, en el que viajaba el cantante, permanecía intacto después del accidente, por lo que se sospecha que Tino Casal no hacia uso del mismo en el momento de la fuerte colisión frontal.

En cuanto a los acompañantes del cantante en el vehículo, se desconoce hasta el momento su estado de salud, pero lo que si está confirmado es el hecho de que la única persona fallecida en el citado accidente fue el propio músico.

El cantante de origen asturiano Tino Casal tenia 41 años de edad, y saltó a la fama musical hace varios con el tema titulado “Champú de huevo”.

POLIFACETICO

Además de la faceta musical, el popular cantante había realizado estudios de pintura y decoración en la Escuela de Bellas Artes, realizando en el año 1971 una exposición en esta escuela junto a otros compañeros de curso. Completando su carácter polifacético, Tino Casal realizó también estudios de diseño y se dedico a la producción musical de diversos grupos españole en los últimos años y entre ellos los grupos vides, Tacones y Obús. Su último disco publicado, “Histeria 1990” estaba dedicado a dos pintores amigos suyos que fallecieron el pasado año victimas del Sida.


El mundo – 23 de Septiembre de 1991

1991 - Casal: Genio y figura - obituario

Si alguien se movió como por su casa en la escena del pop español fue Tino Casal. Gótico, provocador y fetichista pero, ante todo, artista de vida y obra inseparables.

Porque, entre otras cosas, sin reparar en los gastos de producción o el sentido del escándalo, dio rienda suelta a todos sus delirios a la hora de dar espectáculo con ambivalencias sexuales o realezas dieciochescas en su atrezzo.

A partir de los años 80, sus performances y videoclips inspiraron a no pocos de nuestros agitadores musicales. Ahora bien, no hay que olvidar que él venia del exilio cultural en Londres, donde se había educado del rock pura sangre de Steve Winwood al glamour de Brian Ferry. Que, disfraz sobre disfraz, su juego era serio porque había sido conquistado a pulso cuando, en los años 60, no soplaban vientos favorables para estudiantes de Bellas Artes como él.

En 1971 Tino Casal llevó a cabo su primera exposición pictórica y, una década mas adelante, por la posmoderna luna de Madrid, nos enteramos de las tiendas inglesas que le vendían su fascinante ropa.

Y supimos que incluso se la diseñaba él mismo, a puerta cerrada, entre las figuras mitológicas y los objetos kitsch que, retocados a su gusto o tal como los adquirió en los anticuarios, decoraban su piso-museo.

Champú de huevo, Chico estúpido, Etiqueta negra… en contrapartida pocos compraron discos suyos a tiempo, todavía sin que con Tigre Bengalí y Embrujada en los años 80 se diera a conocer masivamente su música de laboratorio: sedosa, melódica a la hora de sugerir todo un paraíso prohibido de sensaciones. Previamente a que Pánico en el edén sirviera de sintonía a la Vuelta a España en 1984.

Antes aún, hacia 1981, había comenzado ya su labor de productor para el heavy metal del grupo Obús, al que no podía unirle sino la estética de la subversión. Después con el Teatro de la Oscuridad entre otros temas, vinieron más álbumes de su puño y letra, cuya nómina estaba destinada a terminar con dos títulos tomados de su diccionario: Lágrimas de cocodrilo en 1988 y en 1990 Histeria, cuya carpeta tenia palabras para un pintor amigo muerto de Sida.

Y es que, tras la enfermedad hepático-renal que le mantuvo en el dique seco entre ambos discos, cuando quiso volver a los escenarios todo eran rumores por parte de las camarillas… ¿sufría también el de Sida? Para que nadie saliera de dudas y un diagnostico tal en nada influyera a la hora de juzgar su maldita o bendita expresividad, quizás sólo eso, el destino le reservara ayer un accidente mortal de carretera.

A sus 51 años, Tino Casal se dejaba ver por la calle de cuero riguroso. Y, si acudía a una fiesta, resultaba siempre inevitable en ella llamara la atención con o sin lentejuelas; a menudo acompañado de indomables que, como Fabio McNamara, habían acabado fuera de los circuitos mercantiles de la tan traída y llevada “movida madrileña”. Siendo como fue Tino Casal un precursor, frente a estéticas dominantes adversas, hasta Miguel Bosé entre otros camaleones de talla reconocida le deben muchas poses.

Tino Casal falleció la mañana de ayer, a la edad de 51 años, en un accidente de tráfico en Madrid.

Nota: Sin entrar en otros detalles también confundidos y poco documentados de este escrito, Tino Casal tenía 41 años cuando falleció.

Lunes 23 de Septiembre de 1991. El mundo. Obituarios

1991 - Casal: ¡Hasta siempre, Tino! - Octubre 1991

Casal, Tino para los amigos, nos dejó para siempre el pasado 22 de septiembre. La carretera, el feroz enemigo de los músicos, segó su vida de madrugada. La noticia nos cogió desprevenidos, y nos ha dejado tocados y sin capacidad para recuperarnos. Tino siempre apostó fuerte, vivió a tope y nos deleitó durante años con sus ocurrencias musicales. Ahora se acabó. Perdimos al artista y al amigo sin que pudiera decirnos, una vez más, esto es lo que hay.

Terminaba una de esas largas noches que siempre disfrutaba minuto a minuto. Pocos personajes del Madrid de los últimos años vivía tan intensamente la noche, como si fuera su amiga y su medio ambiente natural. Todavía recuerdo cómo me contaba la inenarrable sensación que experimentó el día que volvió a pisar las calles nocturnas después de muchos meses de convalecencia tras una grave enfermedad. Tino era ave de altos vuelos a la luz de la Luna, nunca lo escondió, y sus ojos se maravillaban cada vez que volvía a sentir el resplandor del neón multicolor, el vaivén del aire y el ruido caótico de las calles. De esas experiencias salieron sus mejores canciones. La última, nunca nos la va a contar.

Tino era la sonrisa personificada incluso cuando le preguntabas por su fecha de nacimiento que tan celosamente guardaba en un pequeño cofrecillo que debió regalarle su abuela asturiana. Nació artista y vividor y luchó denodadamente hasta conseguir ser uno de los máximos impulsores del pop español de los 80. Anteriormente había estado en el grupo Archiduques y había hecho serios pinitos dentro del campo de la pintura.

El nacimiento de la nueva ola musical española, con todas sus tendencias, propició su ascenso al primer plano y el logro de un viejo sueño. Casal llegó vestido de lo que quiso, hizo palidecer a los falsos nuevos románticos y convirtió su habitual modo de vida en motor de su futura obra. Nada era pose. Bastaba con visitarle en casa, ver el decorado y el mobiliario, para comprobar que lo suyo era un modo de vida. Produjo grupos como Vídeo, Obús y Tacones. Y se dejó producir por Julián Ruiz en la totalidad de su obra. “Champú de huevo”, del álbum Neocasal, fue su tarjeta de presentación. Pero el reconocimiento general llegaría con canciones como “Embrujada” o “Pánico en el Edén”, en la que la creatividad del cantante y autor alcanzaría todo su esplendor.

Casal tenía ya tres álbumes (Neocasal, Etiqueta negra y Hielo rojo), todos de éxito creciente, cuando una lesión y una inexplicable e inconsciente automedicación le llevan al borde del abismo. Cuando Tino comentaba la triste experiencia, te miraba a los ojos y decía «vi la cara de la muerte muy de cerca pero le sonreí y conseguí auyentarla».

Volvió en 1988, después de un largo paréntesis, con Lagrimas de cocodrilo, del cual se extrae su impresionante versión de “Eloise”. Dos años después volvió a hacer de las suyas con 1990 Histeria, que dedica a sus amigos Costus, muertos de SIDA hacia un año. Terminada la década, cumplido un primer ciclo, Casal afrontaba el futuro cambiando de discográfica y proyectando con Julián una grabación en Japón. Su atrevimiento y sus ocurrencias no hubieran terminado ahí pero... «El destino es cruel, la vida es así de dura» nos balbuceaba nuestro amigo común Julián Ruiz apenas transcurridos unos minutos después de recibir la noticia y el mazazo.

Si desde allí nos lees, Tino puñetero, te aseguramos que esta última ocurrencia tuya es la única que no nos ha gustado. Vida, ¡qué injusta fuiste!

A.V.

Por mucho que sea el Paraíso, no están acostumbrados a gente como él. Y ¿como habra llegado hasta aquí? se preguntan las almas en el jardín celestial. ¿Y como le habrán dejado pasar vestido así?. Mas vale que se hagan a la idea, Tino Casal se ha ido de este mundo pero como siempre solo para instalarse en un mundo mejor. Con él se ha llevado un señorío y una prestancia que no todos supieron apreciar en su momento. El archiduque asturiano supo cautivarnos con su atrevida estética y su glamouroso talento. No se imponía, convencía. Su exuberante personalidad contrasto siempre con su entrañable timidez. Era el más deslumbrante. La vida madrileña tuvo en el a uno de sus pilares. A menudo era como un astro lunar: ninguna noche empezaba hasta que él hacia acto de presencia. Vivió su vida intensamente, incluso cuando una enfermedad le tuvo 3 años retirado. Tuvo éxito y mucho pero el éxito no le cambio. A estas alturas ya debe de tener organizada su corte barroca. Hay un extraño en el paraíso. Hay pánico en el edén.

R.A.

Octubre 1991

1991 - Casal: Un tipo inteligente y original - Septiembre 1991

Casal se salía de lo corriente y sabía explotar cada una de sus rarezas. Me recuerdo cenando con él en un restaurante ruso, con vodka corriendo por las mesas, canciones cosacas flotando en la música ambiental, y todas las mesas fijas en su espectacular cabellera. Creo que era roja, larga y con tiras de tela o cuero. Antes había sido rubia y erizada. O morena y casi rapada.

¿Y que decir de los trajes? Era un muestrario de postmodernismo, Kistch, vanguardia o clásico sabiamente dosificado hasta dar una imagen que le identificara.

Pero Casal era mucho más que imagen. Quienes recuerdan sus comienzos habrán de remontarse al tiempo de Los Archiduques, un grupo de su Asturias natal con el que grabó sus primeros discos. Después de un largo silencio, algunos escarceos a finales de los setenta y la confirmación como una de las indiscutibles figuras del pop español de la década de los 80, que jalonó con cinco esplendidos discos, llenos de originalidad, frescura y una sana desfachatez que para muchos sonaba a pose, pero era su personalidad. Diseño, video, decoración y, sobre todo música.

Hagamos memoria y recordemos al artista. En el 81 fue NeoCasal. En aquel primer disco de su nueva etapa, estaban Champú de huevo, de creación propia o la versión del “Life on Mars?”, de Bowie y “White room” de los Cream. Porque las buenas versiones fueron su constante. Dos años después llegaba Etiqueta negra, con “Embrujada” una canción en la que Casal daba rienda suelta a los temas que le preocupaban: del esoterismo a las drogas, pasando por la moda o el mundillo nocturno.

El tercero, y estamos ya en 1984, tuvo un espectacular lanzamiento, con varios formatos y diversas remezclas. Se llamó Hielo Rojo y dentro estaba “Teatro de la oscuridad” o ese “Bailar hasta morir”.

Luego vendría una gravísima enfermedad, casi dos años ente la vida, la inmovilidad y la muerte. Se repuso, marchó a Londres, contó con los arreglos de Andrew Powell (Alan Parsons Project) y lanzó aquel “Eloise” que revitalizó el viejo éxito de Barry Ryan. Y en el mismo disco (Lagrimas de cocodrilo, 1987) estaba “Oro negro” o “La piel del diablo”.

El ciclo se cerró con 1990 Histeria, también con versión grandiosa de “Suavemente me mata con su canción”. Fue lo último que pudo editar. La vida se le acabó cuando quizás había cerrado un ciclo artístico y estaba lleno de dudas.

Hace unas semanas le reencontré después de varios meses sin saber nada de su vida. Me habló de sus planes, de su futuro. Y no lo tenía demasiado definido. Quizás quisiera guardar sus secretos o puede que supiera que se acercaba a una etapa en la que la música tendría un interés secundario para él. Me honraba con su amistad y debo decir que es uno de esos artistas que nunca me engañó. Ni en sus discos ni en sus planteamientos personales.

Tenía tanto talento y tanta capacidad innovadora que estoy seguro preparaba alguna sorpresa. Pero nunca supuso que fuera tan dolorosa como su propia muerte.

Jose Ramón Pardo – Diario Ya, 23 de Septiembre de 1991

1996 - Casal: Lagrimas de cocodrilo - 1996 - LP

Este es el nombre de uno de los mejores LP´s de Tino Casal, y seguramente fue el que tuvo un mayor éxito. Se publicó en 1988 tras cerca de 3 años de silencio producidos por una enfermedad, y rápidamente los 2 singles de salida fueron número uno de las listas: "Eloise" y "Oro negro". La primera, una magistral versión de la canción de los hermanos Paul y Barry Ryan se explotó en las discotecas hasta la saciedad, colocando a Casal como uno de los mejores músicos del panorama español, que todavía no había digerido muy bien la "movida".

Tal vez la explotación comercial de estos dos singles hizo olvidar un poco al público la calidad del disco en su conjunto. Un disco mucho más personal, intimista y profundo, en cuanto a temas, letras, etc... que los anteriores. Seguramente ese Casal enfocando canciones muy comercialmente estropeó, de alguna manera, el que se le recordara, hoy en día, como uno de los mejores cantantes, compositores y músicos de nuestro país. A quien solamente conozca esas dos canciones de este LP, le recomiendo el disco al completo, más profundo, que gana en escucha en comparación con el colofón de hiper-comercialidad de estas dos piezas, que ojo, no por ser utilizadas comercialmente no dejan de ser 2 buenas canciones, y me atrevo a decir que una canción como ELOISE, versioneada con un estilo tan genial es, hoy por hoy, irrepetible. Excelente.

Todas las canciones del disco son pequeñas obras de arte, que como conjunto, en perfecta armonía, hacen de “Lagrimas de cocodrilo” una joya de la música española. Hay pocos discos que se merezcan el 10.

Es solo una opinión personal, pero para mí, Tino Casal es uno de los pocos artistas españoles que era capaz de componer unas canciones alucinantes, con unas letras que conectan con uno, con los sentimientos, y además "cantar". Cantar con esa voz irrepetible. La canción “Noche de perros”, segunda de la cara A, relata la primera salida del hospital de Tino, una letra perfecta. “Fantasmas” nos habla de la soledad y “La piel del diablo” es, sin hablar de su letra, una canción con un ritmo pegadizo, una música característica de su autor, con ritmos a veces bailables, rupturas repentinas...

Sin duda alguna, un disco perfectamente recomendable en 1996, casi 10 años después. Es una pena que a veces el sistema comercial se olvide, injustamente de grandes obras como ésta.

Y es que las buenas obras de arte no envejecen... pero a veces caen (como las Lágrimas) en el olvido.

José Manuel Braña - 1996

1990 - Casal: 1990 Histeria – 1990 – LP

Tino Casal es el más barroco de nuestros personajes, el único que sabe manejar el rococó y las lentejuelas casi tan bien como Gary Glitter. Ahora nos sorprende con "Histeria 1990", un disco que hubiese encajado perfectamente en aquella época en que todos los discos llevaban la ineludible etiqueta con las letras digitales en la que ponía "Música Tecno Pop". Y es que tras la apariencia de intrascendencia y frivolidad se escapan de vez en cuando algunas notas nostálgicas, la consciencia de que se ha perdido algo definitivamente que es imposible recuperar.

Cuando escuchamos esa canción tan setentera como divina que es "Killing me softly with this song" de Roberta Flack, que en la versión de Casal recibe el nombre de "Tal como soy", Tino nos hace pensar en aquellas discotecas oscurísimas, repletas de moqueta por todas partes donde ponían lentos al final de la noche. Con "No fuimos héroes", la versión de "Don't you want me" de la Human League, los recuerdos son más recientes pero no por ello menos entrañables. El inefable Tino Casal, voz en falsete suspendida en el aire, ha optado esta vez por la emoción y la nostalgia, dejándose ganar por el recuerdo. Fiel a sus principios, sigue siendo un glam repeinado en una época de neogreñas. Utilizando, siempre de la mano de Julián Ruiz, el productor por excelencia, la electrónica con determinación, desafiando las tendencias que vienen y van, cada vez de forma menos constante. Tino sigue en sus trece, su público de lo agradece y él tan contento...¿Qué más se le puede pedir?.

Publicado en Rock de Lux

1988 - Casal: Eloise – 1988 – single

"Eloise": La vuelta gloriosa de Casal. Nadie puede negar que "Eloise" es una estupenda excepción. Excepcional que un artista español haya llegado en el 88 al número 1 en Superventas singles. Ha sido, lo repetimos una vez más, el mejor año para grupos españoles a escala de ventas de LP's. Los españoles, en general, han tenido un año excepcional en álbumes, pero no en singles y por eso es precisamente más excepcional lo sucedido con "Eloise", que suponía el retorno de Casal tras su larga enfermedad. Más mérito precisamente a ese número 1. El reto era también más duro porque la canción, en el original de Barry Ryan, era muy, muy buena en concepto. Pero el productor Julián Ruiz encontró la clave de que esta spanish version no desmereciera, sino todo lo contrario, la versión original. Así que por muchos motivos, premio merecidísimo.

* Single español más importante del año según El Gran Musical, 1988

1984 - Casal: Teatro de la oscuridad – 1984 – single

El Boy George asturiano en otra horripilante exhibición de talento comercial y total ausencia de gusto. Maquinaria electrónica, aullidos intolerables y mucha jeta, balanceándose impunemente sobre la difusa línea que separa lo sofisticado de lo cutre. O no tiene vergüenza, o está loco de atar.

Publicado en Rock Espezial - Octubre 1984 - J.L.

1984 - Casal: Hielo Rojo – 1984 – LP

Poquito a poco, y como el que no quiere la cosa, Tino Casal se está consagrando como uno de los talentos musicales mas relevantes de nuestro país. La verdad es que cuando hizo su irrupción en el panorama de la música pop nacional todos lo vimos un poco oportunista y numerero, defecto que le perdonamos con la mayor complicidad del mundo, porque exhuberante engendro denotaba importantes dosis de astucia e inteligencia. Dicho de otra manera, que si lograba superar las trampas de la moda, podía llegar a comerse algo. Y se lo ha comido. Tino ha mojado en el plato del nuevo romanticismo, del tecno, del disco, pero ha sido lo suficientemente sagaz para no casarse con nadie y utilizarlo todo para hacer una música personal, interesante y finalmente exportable.

"Hielo Rojo", su tercer LP, es la mejor muestra de ello. Nueve canciones redondas como el disco que las contiene. Un excelente conjunto de melodías, arreglos e instrumentaciones donde lo único que molesta es lo ridículo de las letras de las canciones y la voz de Tino que sigue sonando trompetera y excesivamente amanerada. En resumen, una producción brillante y maravillosamente dinámica -¡ya era hora, Julián Ruiz!- que lo aclarara todo sobre el polémico Casal. Y al que no le guste que se compre un perro.

Publicado en Rock Espezial – Agosto 1984 – Damián García Puig

1983 - Casal: Embrujada – 1983 – Video clip

Una empresa audiovisual llamada ISIS ha producido, en plan debut espectacular, un cortometraje sobre la canción "Embrujada" de Tino Casal. Estuvimos en el estreno, y pudimos constatar que pese a que el respetable estaba gentilmente dispuesto a sacar las uñas a la primera, al fin de la proyección aplaudió enardecido; demostrando que la gente no es tan mala como nos quieren hacer creer, y si algo le gusta lo celebra. Las imágenes vertiginosas de Embrujada fascinan aunque sólo sea porque apenas dan tiempo a comprenderlas; por otra parte, la sinopsis del programa de mano lo dice todo: "Embrujada encierra un drama: su propia vaciedad"

Publicado en Rock Espezial – Diciembre 1983 – Miguel Ángel Arenas

1983 - Casal: Etiqueta Negra – 1983 – LP

Dudo que "Etiqueta Negra" vaya a pasar con letras de oro a la historia de la música pop española, pero lo que sí es seguro es que se trata de un disco impecable, limpio, claro, definido y que no va a decepcionar a nadie. Tino Casal tiene sonido y estilo propios, eso es evidente, y "Etiqueta Negra" no es más que otro paso fundamental en la reafirmación de esa personalidad artística. Tecno-disco y tecno-pop fabricados con la única pretensión de entretener al oyente con ritmos calientes, sonidos electrónicos y letras encantadoramente triviales. Sobra afectación, pero bueno, eso también tiene su público.

Lo increíble de este Lp es que casi todos sus temas podrían arrasar sin problemas "Los 40 principales": ni Los Diablos en su mejor época habrían conseguido algo tan masticable como "Poker para un perdedor", una pachangada como un piano (excusable dentro del contexto). La grabación digital dirigida por Julián Ruiz está lograda y suena contundente, aunque tratándose de un producto de ese tipo diría que le falta peso y algo más de gravedad. Sea como sea, "Etiqueta Negra" tiene mas cualidades positivas que negativas y, desde luego, está mucho mejor que el primer álbum de Casal. Felicidades, pues.

Publicado en Rock Espezial – Julio 1983 – Damián García Puig

1982 - Casal: Productor

Desde luego yo soy más conocido como intérprete y como compositor que como productor, pero también me dedico a esa faceta de la música, y me apasiona. Lo increíble, lo chocante, es que siendo como soy, con la imagen que doy, yo produzco a Obús, y ahora a un nuevo grupo que está a punto de salir que se llama Vídeo y que hacen pop.

El caso es que producir te pone mucho más en contacto con el mundo de la música, “Mi mundo y el de Obús son radicalmente distintos, y no por eso yo dejo de divertirme con los chicos de Obús, y les entiendo muy bien”. Preparando el grupo y el trabajo de Vídeo me he divertido también muchísimo, como con Obús, pero son experiencias distintas, aunque igualmente enriquecedoras. En cambio, cuando yo hago mis discos, los temas son míos, los compongo yo, pero siempre me busco un productor porque creo que el artista no puede ser nunca objetivo con su propio trabajo, está demasiado metido en él como para ver claro. Mi productor es Julián Ruiz, un gran profesional y muy amigo mío desde hace muchos años. Con él trabajo de maravilla.

1981 - Casal: NeoCasal – 1981 – LP

Llega como caído del cielo, pero es el productor de grupos tan populares y dispares como Obús y Tacones. Su imagen y su música. Sin embargo, parecen no tener nada que ver con su trayectoria. Aunque igual lo que ocurre es que es su pasado el que en realidad no guarda demasiada relación con los elementos que circulan por sus venas: glóbulos rojos de Ferry, plaquetas de Duran Duran y plasma de Blue Rondo A La Turk. Casal es un esteta de pies a la cabeza, pero no un sesudo elucubrador, porque únicamente utiliza los elementos estéticos para dar color y alegría al mundo del show-biz.

Su música es el resultado lógico de todo lo expuesto hasta ahora. Su sonido es rico, profundo, arrogante, sugerente. El artista se atreve en este disco con temas de Bowie y de Jack Bruce saliendo victorioso de la experiencia, compone sus propias canciones y alucina con los efectos que logra en el que las escucha. Pop-rock a nivel internacional. Un producto sofisticado, pero fácilmente digerible. Tecno a la española para asombrar al resto del planeta. Buenísimos los arreglos de Luis Cobos y acertada la producción de Julián Ruiz. Una obra importante en la historia del rock de aquí.

Publicado en Rock Espezial – Enero 1982 – Damián García Puig

2007 - Casal: Los archiduques

Sin lugar a dudas, el mejor grupo asturiano nacido durante la década de los 60s, que independientemente de su calidad profesional y artística, ha saltado a la fama por haber cobijado en su seno durante algún tiempo al genial cantante y posterior Rey del Glam en España, Tino Casal. Gracias a su presencia, se han llegado a pagar mas de 20.000 de las antiguas pesetas por un single de los Archiduques en ferias de coleccionismo.

Los Archiduques se forman en Oviedo en 1963 (todavía sin Tino Casal en su formación, ya que llegaría al grupo en 1967). Los componentes eran Tony a la guitarra solista, Claudio a la guitarra ritmica, Tito al bajo, Pedro a la batería y el melillense Armando Pelayo al órgano.

A los dos años, el grupo publica (todo un logro para un grupo moderno en Asturias en esa época) dos EPs con la discográfica Columbia, ambos en 1965, y ambos bastante bastante alejados del estilo psicodélico que adquiriría el grupo posteriormente.

El primero de los EPs incluía la tranquila balada "Le Ciel, le soleil et la mer", que en contra de lo que pueda sugerir el titulo, es grabada en castellano, al igual que "Nunca digas adios", muy al estilo de las antiguas baladas que se tocaban en las salas de fiestas en esos años, "Escucha mi canción" seguía la misma línea y cerraba este anodino debut de los Archiduques la autóctona e instrumental "Fui al Cristu" (¿acercamiento al Folk-rock?).

El segundo EP, que como hemos dicho, se publica también en 1965, ya denota un giro en el estilo del grupo, empieza con el "Si mi padre fuese rey", una bonita y rítmica melodía, con trinos de pájaros incluidos. Completaban el EP, las baladas "Un día", "Nunca más" y la melancólica "Te he perdido".

A estas alturas, el grupo se dedicaba a recorrer la geografía asturiana, actuando en salas de fiestas, como la sala Somar en Sotrondio, o Fontoria en Pola de Laviana, pero pronto cambiaría su suerte...

Llegamos al año 1967, el grupo se disponía a grabar un single en Madrid, cuando el cantante se pone enfermo, y deciden avisar a un joven, llamado Jose Celestino Casal, nacido en 1950 en la localidad ovetense de Tudela Veguín, que por aquel entonces actuaba con Los Zafiros Negros, quedan gratamente sorprendidos por sus aptitudes vocales e inmediatamente pasa a formar parte del grupo.

Según sus propias palabras "Yo tendría trece o catorce años, vivía en Oviedo y estaba estudiando en la Escuela de Artes y Oficios. Mi hermana mayor cantaba muy bien y a mi se me pegó el gusanillo. Con unos amigos hice un grupo que seguramente éramos los primeros en Oviedo en usar guitarras eléctricas y tocar el "Twist & Shout" de los Beatles y otras barbaridades... Pero entonces allí en Asturias había un grupo que era mucho más profesional que nosotros: Los Archiduques, habían tocado mucho y hasta habían grabado un disco, lo que era casi una proeza. Por las circunstancias entré en contacto con ellos cuando les hacía falta un cantante para grabar otro disco y nada, a mi me pareció estupendo, y allí empecé a cantar. Recuerdo que ya entonces hacíamos una versión del "Eloise" que a mi y al guitarra nos gustaba mucho y éramos los que teníamos las ideas más claras del grupo y de la música."

El single en cuestión era "No le ames" / "Lamento de gaitas", la primera es una fantástica melodía pop, donde Tino Casal demuestra sus extraordinarias cualidades vocales, con todo tipo de registros y una falsete que el mismo Brian Wilson hubiera firmado, un tema espectacular. Pero sin duda, el mayor éxito les llegó con "Lamento de gaitas", una versión del tema "I Love How You Love Me" de los hermanos Paul y Barry Ryan, con acompañamiento de gaitas asturianas, y un ritmo pegadizo, asi como un final apoteósico donde el señor Casal saca a relucir su vena mas soulera. Un tema de imprescindible audición.

Sobre este tema Tino Casal dijo: "Cuando entramos a grabar "Lamento de gaitas", nosotros llevábamos un pedal distorsionador de guitarra. Al enchufarle, sonaba un ruido que se metía por todos los canales de la mesa. Los técnicos del estudio estuvieron toda una mañana intentando descubrir de donde salía el ruido de la guitarra. Al final se grabó con ruido y todo. No era más que el sonido de la guitarra que salía del pedal que era una distorsión primitiva y supersaturada."

Después de este éxito, el grupo se desplaza a Madrid, donde actúan con frecuencia en discotecas como la Don Daniel entre otras.

Ese mismo año, publican su segundo single, "Dimensión en sol mayor" / "Quiero volar muy alto", la primera es una extraña canción psicodélica, con una letra bastante extravagante para la época (guiños a Dalí incluidos), según Tino Casal: "Con Los Zafiros Negros fueron años más brillantes, todo era muy fresco. Luego con Los Archiduques era mucho más profesional y hasta aburrido, promoción, giras por provincias, nos iban demasiado bien las cosas y casi nos dedicamos a hacer una vida contemplativa. Hicimos un segundo single que fue un fracaso, hablaba de Dalí y el sol, en fin, una letra pedante y horrible. Allí yo decidí dejar el grupo e invertir mi tiempo en otras cosas." La cara B, "Quiero volar muy alto" es un tema mas soul, donde Tino sigue demostrando su intensa categoría. El single fue un fracaso en ventas y Tino Casal abandona la nave para emprender su exitosa carrera en solitario.

Ya en 1970, el grupo publica con poco éxito, su ultimo single, "La princesa y el juglar" una fábula medieval, un cuento de hadas narrado a ritmo popero, bastante emocionante, la cara B seria para "Linda" otra joyita psicodélica donde cobran fuerza los coros de voces y las voces en falsete muy en la línea de "Lamento de gaitas"...

Los miembros originales de Los Archiduques se volverían a reunir en 1982 para volver a grabar su mayor éxito, por el que siempre serán recordados, "Lamento de gaitas", que pasará a la historia como una de las joyas mas desconocidas de nuestra música durante los años 60s.

Canciones Recomendadas: Fuí al Cristu / Si mi padre fuese rey / No le ames / Lamento de gaitas / Dimensión en sol mayor / Quiero volar muy alto / Linda / La princesa y el juglar.

Por Pablo Millán

http://www.los60.es/archiduques.html

2007 - Casal: Los archiduques

Tino Casal era uno de los personajes mas singulares, inquietos y de mayor personalidad en la historia del pop rock en España, siempre atento a los sonidos mas en boga del momento, así en los 60 siguió tendencias mod, psicodélicas o, en los 70, una exposición glam con un acusado sentido del espectáculo que le acompañaría toda su vida profesional.

Nacido el 11 de Febrero de 1950 en el pueblo asturiano de Tudela-Veguin, Tino Casal (José Celestino Casal) dejó sus estudios en la Escuela de Arte y Oficios de Oviedo para introducirse en la música, impulsado por los sonidos británicos de los 60 y por la afición de su hermano a los mismos.

En esa época formó parte de grupos como Los Zafiros Negros y, sobre todo, Los archiduques, un sexteto mod-pop con resonancias soul, puntuales aires psicodélicos, prominente empleo del viento y sobre todo, fenomenales canciones engrandecidas por la gran voz de Casal.

Tino se enroló en los Archiduques en el año 1968, un sexteto conocido ya en la zona de Asturias que iba a grabar su segundo single. Cuando su vocalista enfermó Casal fue requerido por los otros miembros para acompañarlos en la grabación de un single. El mismo seria “No le ames/Lamento de gaitas”.

Las dos canciones eran estupendas y la interpretación vocal de Casal realmente fantástica. “No le ames” era una gema pop de bonita melodía con estupendos juegos vocales estilo Four Seasons o Beach Boys, guitarra fuzz, cierta reminiscencia jangle de los Byrds y un Tino enfatizando la petición a su ex amada en falsete en el sencillo estribillo.

La cara B “Lamento de gaitas”, es el tema mas conocido de los Archiduques y una autentica maravilla. Es una fenomenal versión del tema “I love how you love me” de los hermanos Paul y Barry Ryan, de tono triste, distorsión guitarrera y con innovador empleo de las gaitas en una composición rock. Décadas después Casal conseguiría un gran éxito con una versión de Barry Ryan en solitario, “Eloise”.

Su segundo single incluía temas como “Dimensión en sol mayor”, tema menor de semblante lisérgico con guitarrra byrdsiana, y “Quiero volar muy alto”, una joya mod-soul y un tema más conseguido que la cara a, con una imponente sección de metal, arreglos semiorientales, una interesante aportación de los teclados de Armando Pelayo y por supuesto una gran ejecución vocal de Casal.

Otras canciones de Los Archiduques con Tino Casal fueron “La princesa y el juglar”, canción publicada en 1970 con flauta y trompetas de semblante mexicano, o “Linda” cara b de la anterior y un buen tema pop en el cual el grupo vuelve a demostrar su habilidad en las armonías y los juegos vocales.

A comienzos de los 70 Tino Casal dejaría el grupo, se marcharía a Inglaterra, en donde conocería a varias figuras del glam-rock, incluido el mismisimo David Bowie, y daría inicio a su carrera en solitario.

http://www.alohacriticon.com/

miércoles, 29 de agosto de 2007

2004 - Casal: Especial Tino Casal - Apunte biografico

José Celestino Casal Álvarez, “Tino Casal”, viene al mundo el 11 de febrero de 1950, en la asturiana localidad de Tudela Veguín, población muy cercana a Oviedo, capital del Principado de Asturias.

Dotado de una exquisita sensibilidad, tanto humana como artística, y tras terminar sus estudios primarios, solía ir a ver a su hermana Concepción ensayar con la Coral de Tudela Veguín. Fue quizás en esos tiempos cuando nació su pasión por la música.

Al finalizar dichos estudios, su padre, de profesión constructor, le dice que se quede con él allí, pues nunca le faltará trabajo, y que, además, le permitirá vivir en una casa sólo para él.

Pero Tino ya lo tiene decidido, quiere ser artista, y se traslada a Madrid, ingresando en la Escuela Universitaria de Bellas Artes, que como todo buen artista que se precie abandona a medias, por diferir mucho su estilo del que se encuentra allí. Decir como anécdota que, estando en la mili, convence al capitán de León para pintar los frescos que aún se conservan en su ermita.

En su Tudela Veguín natal, funda, con un grupo de amigos, entre los que se encuentra el actual alcalde del pueblo, Andrés Herráiz, los “Zafiros Negros”, grupo en el que, además de ser el cantante solista, toca la batería, actuando en bodas y banquetes, pero sólo en la provincia de Asturias.

Por aquellos tiempos, un grupo de Grado (otro pueblo asturiano) llamado “Los Archiduques”, pierde a su cantante, siendo nuestro Tino requerido para sustituirle. Éstos, de mayor alcance musical, iban a grabar su segundo disco, y les sorprende la calidad que como vocalista demuestra Tino, a pesar de su juventud y falta de preparación. El disco, un sencillo, se titulaba en su cara a “No le ames”, y en su cara b “Lamento de gaitas”. Ésta última es una adaptación de una canción de Barry Ryan, como lo sería más tarde “Eloise”.

Musicalmente llegamos a 1968: siguen en los estudios del sello discográfico “Columbia”, graban un tercer disco (el segundo para Tino), que es un fracaso comercial, titulado “Dimensión en Sol Mayor”. Parece ser que aún no llega el mensaje con claridad al gran público.

Estando de gira por Marbella con “Los Archiduques”, les deja plantados en el Hotel Don Pepe; la razón no es otra que, además de no gustarle la línea musical de éstos, resulta que como Tino no toca ningún instrumento, es el que menos cobra.

Se vuelve a su casa y se plantea el ir un tiempo indefinido a vivir a Londres. Allí arrancará con 250.000 pts. que su padre le dio diciéndole que cuando se le acabasen volvería; pero no lo hizo. Allí entrará en contacto con músicos de la talla indiscutible de David Bowie, por quien sentía una gran admiración, y con el que llegó a mantener una profunda amistad; no es casualidad que en su primer álbum, titulado “Neocasal”, incluyese su “Life on Mars” en homenaje a él.

En Inglaterra se empapa de el glam , pero retorna a España en 1974, y en 1976 se presenta al Festival de Benidorm, ganando, con la canción “Emborráchate”, casi todos los premios. Pero la canción es censurada, puesto que el gobierno entendía que incitaba a las jóvenes a la bebida.

Vuelve a Londres en 1979, en donde sobrevive como pintor de cuadros, a la vez que se familiariza con la nueva corriente musical, la famosa New Wave (o Nueva Ola). Regresa a España a finales de 1980 y se pone a trabajar, ya en Madrid, en la que será su ópera prima: el álbum “Neocasal”. Con éste título tan moderno quiere romper con su pasado ye-ýé de la etapa de “Los archiduques”. Hubo división de opiniones: mientras que la crítica lo machaca, el público, a veces más objetivo, lo alaba. Es en esa etapa cuando conoce al que será su productor, el murciano Julián Ruiz, a través del también murciano, Carlos García. Vaso, miembro del dúo tecno-pop “Azul y Negro”, al ser Casal quien diseña la portada del disco de éstos, titulado “La Edad de los Colores”.

Del álbum “Neocasal”, los títulos más conocidos son: “Champú de huevo” (dedicada a Fabio McNamara) y “Billy Boy”, además de la ya mencionada “Life on Mars” de David Bowie (resultado, ésta, de la canción que sería “My way”, y que, curiosamente pasó, en su estado de gestación, por las manos de Bowie –no gustando su letra- para, al final, convertirse, en manos de otros escritores, en la archi-versionada canción que hiciera popular La Voz de Frank Sinatra –si no, obsérvese la armonía de ambas canciones-).

En 1983, Tino Casal, publica su disco más redondo, que es su consagración como músico y cantante, titulado “Etiqueta Negra”, por el que obtiene tres discos de platino; discos que coloca en la pared del aseo de invitados. De aquel prodigioso álbum es muy difícil quedarse con una sola canción, pero permanecen en la memoria canciones como “Los pájaros”, “Póker para un perdedor”, “Embrujada” y “Tigre bengalí”, sirviendo ésta para la ópera prima de Fernando Trueba: la película “Sal gorda”. “Tigre bengalí” fue publicada también como sencillo, siendo incluida después en una segunda edición del álbum “Etiqueta Negra”.

A la par, Tino Casal compaginaba labores de producción para grupos como “Vídeo” u “Obús”, muestra, éstos últimos, de la versatilidad, nobleza e inquietud de éste inmortal artista, ya que la música de “Obús” estaba mucho más cerca del heavy español de la época (recordemos a Barón Rojo”, por ejemplo) que del estilo de Casal. Quizás, en este caso, sea en sus letras donde los extremos se tocan...

Pero volvamos al segundo larga duración, “Etiqueta Negra”. Tal fue el éxito, que la casa discográfica le insta a sacar un nuevo álbum que sale al año siguiente, en 1984, titulado “Hielo Rojo”, de donde destacan canciones como “Pánico en el Edén” (sintonía de la vuelta ciclista de aquel año), “Teatro de la oscuridad”, “Bailar hasta morir” o “Mañana”, sin olvidar la intensa “Miel en la nevera”.

Durante la gira de 1985, en Gandía, provincia de Valencia, Tino, que siempre padeció de los huesos por los severos regímenes alimentarios a los que él mismo se sometía, sufrió un grave esguince de tobillo en su pierna izquierda, debido a uno de esos saltos que daba en los escenarios. El médico le aconsejó reposo; pero él, nuestro extraño Quijote, fue contra los molinos pensando en todas esas personas que trabajaban en su espectáculo, y no quiso parar.

Con unos fortísimos calmantes, aguantó toda la gira. El esguince de tobillo le produjo una infección ósea, en el líquido sinovial, que le subió hasta la cadera. Por aquellos entonces, además, estaba desarrollando una hepatitis aguda, lo que mermó sus defensas. Se le diagnosticó una fuerte necrosis en ambas caderas, lo que le llevó a ser sometido, en la Clínica Mapfre, por parte del prestigioso traumatólogo, Dr. Palacios Carvajal, a cinco operaciones de cadera, sustituyéndole su fémur izquierdo por una prótesis de titanio. Sufrió varios rechazos a la prótesis, y, cuando ya parecía curado, es el propio Tino quien descubre que le han dejado la pierna izquierda más corta que la derecha. De nuevo, otra operación... Así, hasta llegar a la quinta.

En aquellos tiempos el SIDA ya se cobraba vidas famosas, como la del actor Rock Hudson, y es por ello que, a Casal, la meledicencia de algunos sectores de la prensa le adjudicasen dicha enfermedad; enfermedad que jamás padeció.

Consigue hacerle un guiño a la muerte y, desde su cama, escribe la canción “Jacky O´” para el disco conceptual que su productor, Julián Ruiz, estaba haciendo en ese momento, llamado “Norte Lambert”. Ésta canción sería cantada por Javier Losada, teclista estrella de ambos. El mismo Javier me contó que aún recuerda cómo Tino se la tarareaba por teléfono, mientras él iba pasándola a partitura...

Y Casal reaparece con la fuerza que sólo tienen los verdaderos nº 1, en enero de 1998 con otro larga duración, el cuarto, y para muchos el mejor: “Lágrimas de Cocodrilo”, del que cuya canción estrella es “Eloise”, versión libre de la canción de Barry Ryan. Recordemos que mucho antes ya adaptó otra canción de éste mismo, que tuvo como resultado aquella cara b del sencillo “No le ames”, llamada “Lamento de gaitas”.

“Lágrimas de Cocodrilo” es su álbum más intimista, ya que, como reconociera el propio Tino: “Todas las canciones las compuse durante mi convalecencia.” Para “Eloise”, se fue a grabar, junto a su productor de siempre, Julián Ruiz, con la Orquesta Filarmónica de Londres, dirigida por Andrew Powell (productor de Kate Bush y arreglista de ésta y Alan Parsons Project). En aquella grabación participaron músicos de la talla de John Miles o el propio Alan Parsons. “Lágrimas de Cocodrilo” contiene joyas como ”Noche de perros”, en la que nos habla de su primera salida nocturna tras su larga recuperación, “Santa Inquisición”, “La piel del Diablo” y, en menor medida, “Oro negro”; sin olvidar esos dos diamantes imprescindibles llamados “Ángel exterminador” y “El volcán”, incluidas en el formato c.d. El disco fue, aparte de muy esperado por sus fans, otro bombazo comercial, lo que le llevó a conseguir dos discos de platino más.

En noviembre de 1989 presenta el que será su último álbum: “Histeria 1990”, quizás el desquite reivindicativo de alguien ya cansado de la música y de no recibir el definitivo reconocimiento popular del que, sin duda, era merecedor. Él, así lo creía, y nosotros, como tantos y tantos, también. En España, país con tradición de no apoyar a sus propios genios, y en donde brilla más lo ajeno, nunca se acabó de valorar su talento.

Nos parece interesante señalar que la sección instrumental de este disco está hecha con una sola guitarra, pues para la grabación sólo contó como único músico de estudio con el guitarrista Paco Palacios (hoy también desaparecido), quién, con la ayuda de una guitarra midi, se encargó de disparar todos los instrumentos, desde las bases rítmicas y armónicas a los arreglos, pasando por las programaciones, etc… es más que posible que fuera la primera vez que se hacía esto en nuestro país, y quién sabe si la última. Como siempre, Julián Ruiz fue el productor.

Recordemos que en la grabación de sus anteriores trabajos siempre había más músicos, además del mismo Paco Palacios, como Javier Losada a los teclados y programaciones, Javier de Juan a la batería y programaciones, Manolo Aguilar al bajo y bajos secuenciados, J. M. Mainat, de la Trinca, con el Fairlight CMI, Carlos García Vaso, de “Azul y Negro”, el teclista Antonio Quintano, etc.

De este último trabajo, “Histeria 1990”, pueden destacarse títulos como la, una vez más, autobiográfica “Destino casual”, “Que digan misa” (puede que dedicada a su productor, y que éste no quería incluir), “Corazón bimotor”, “Histeria”, “Tal como soy”, versión de “Killing me softly with this song”, de Roberta Flack, o “No fuimos héroes”, dedicada especialmente a los “Costus” Juan Carrero y Enrique Naya. Ésta canción es una versión libre, con texto en castellano, del nº 1 del grupo británico “The Human League”, titulado “Don´t you want me”.

Pero “Histeria 1990”, su quinto álbum, no tuvo la repercusión que merecía, quién sabe si por la compañía discográfica ”Emi”, y ni mucho menos igualó el exitazo del anterior disco, “Lágrimas de Cocodrilo”.

En la madrugada del 22 de septiembre de 1991, y celebrando la publicación inminente de su primer grandes éxitos, titulado como su segundo álbum, “Etiqueta Negra”, nuestro genio nos decía adiós (aunque sólo en lo físico) en un desdichado accidente de tráfico a bordo de un Opel Corsa que, al estar el arcén mojado, chocó frontalmente con una farola, la cual fue a parar contra el parietal derecho de Tino, causándole la muerte instantánea.

Aquí acabó su vida terrenal, pero no su ingente obra, obra que todos sus fans llevaremos siempre dentro, de nuestros oídos a nuestros corazones. Desde ese trágico día, una estrella más en el cielo brilla.

Incombustible Casal, ¡hasta ahora, hasta siempre...!

En Madrid, a sábado 23 de octubre de 2004
Roberto Saus y Miguel Ángel Fdez.

1988 - Casal: Vuelta a empezar - apunte biografico

En la vida de los hombres hay una serie de constantes que parecen repetirse una y otra vez. Como números mágicos que dominan su destino. Los artistas no son una excepción. Al contrario. Nadie es tantas veces biografiado y revisado como un cantante, que cada vez que realiza una gala, edita un disco o gana un premio, ve como su biografía oficial crece en tres o cuatro nuevas líneas, mientras los párrafos donde se almacena el pasado conocen una nueva corrección.

Cuando me ha tocado hablar del regreso de Casal al mundo profesional, al mundo de los vivos, en definitiva he repasado su biografía. Sus biografías debería decir. Cuando cantaba con los Zafiros Negros, solo era un nombre propio en una reseña de tres líneas. Con los Archiduques satisfizo mejor su ego y grabó sus primeros discos. Luego, ya en solitario, cada nuevo disco significaba una nueva biografía, cada vez más larga, pero a la vez más inexacta cuando se refería a aquellos primeros pasos en la música asturiana. Y es que el paso del tiempo desdibuja los contornos y hace imposible fijar los detalles.

Y aquí vamos a intentar situar cada momento de su historia en su lugar, sin que por eso perdamos el contacto con la evolución general de la obra de Casal, que es realmente la historia de una espectacular transformación. Casal empezó a cantar en Asturias, “en la época en que se hacían famosos los Beatles” como el mismo recuerda. Su primer grupo fue los Zafiros Negros, donde ya empezaba a componer, cantaba y ¡tocaba la bacteria! Pero lo de la batería era solo una afición y su siguiente paso fue en un grupo, asturiano también, llamado los Archiduques. Allí, Casal era ya exclusivamente el cantante. Y con contrato discográfico incorporado.

Un contrato que le lleva a la primera de las grandes coincidencias no buscada, de su carrera. El primer tema que graba Casal, dentro de los archiduques, es “El lamento del gaitero”, también titulada “I love how you love me” ¿y saben de dónde salió la canción? Era un éxito de un dúo británico, que entonces empezaba, compuesto por dos hermanos: Paul Ryan y Barry Ryan, precisamente el interprete original de esa misma canción. Han pasado más de veinte años, y el destino ha vuelto a unir, a través de una canción, la carrera del asturiano Casal y los británicos hermanos Ryan. No será la única coincidencia en la historia musical de nuestro protagonista de hoy.

Porque después de tres discos pequeños, como corresponde a la época, la carrera de Casal conoce su primer frenazo, esta vez voluntario. Por eso decíamos que hay constantes en su vida, porque eso de frenar de golpe y porrazo una carrera que se muestra prometedora, se repite, y por tres veces a lo largo de su biografía. Dos, de forma voluntaria porque Casal prefiere empaparse de lo que está sucediendo a su alrededor para saber hacia donde dirigirse en un momento determinado. La tercera, pro culpa de una molesta, interminable enfermedad de la que acaba de salir.

El frenazo es debido a que Casal no ve claro que el camino al que van derivando los Archiduques encaje, con su propio concepto de la música de ese tiempo y de su papel dentro de ella. Así que se marcha a Alemania, Francia e Inglaterra, mientras los Archiduques derivan hace orquesta de baile y desaparecen como proyecto de grupo pop. La ausencia de Casal es breve esta vez. De su experiencia en Londres vuelve a España con nuevas ideas. Monta un pub en Madrid, “Eagle’s nest” y se dedica a la pintura, una de sus grandes aficiones que, de no haber mediado la música podía haber sido también profesión.

Nadie puede imaginarse a Casal alejado del gusanillo de la música. Pero tiene las ideas claras y quiere hacer cosas nuevas, que todavía chocan con los conceptos musicales de la época. Sobre todo cuando se tiene una voz poderosa como la suya y España acaba de perder un cantante lírico de la talla de Nino Bravo. Así que cuando Casal ficha por la compañía que grababa al cantante valenciano, no consigue cumplir sus propósitos y su carrera es una constante frustración que, por suerte, dura tan solo dos discos. En el primero canta ‘olvidar, recordar’ que escribió el propio cantante. El segundo es mas duro, porque sirve para su presentación en el festival de Benidorm. El tema a defender es “Emborráchate” y gana el premio de la crítica, el de la prensa especializada, el de interpretación “llevaba el coche, a la vuelta lleno de copas. Aquello sonaba a cada bache, como un camión de chatarra”

Y segunda parada y meditación. Cuando Casal deja la música suele refugiarse en la pintura. Pero esta vez la música es demasiado fuerte para él, y aunque ya no canta, le tienta el camino de la producción. En tan sólo unos meses realiza el primer disco de Tacones, dos de Obús, uno de Goma de mascar y el primer álbum de video. Es una extraña carrera, bordeando el mundo de la interpretación, pero negándose a ser arrastrado por el remolino. Y eso que hay dos personas que le empujan para que vuelva al ruedo. Uno es Rafael Gil, director artístico, entonces de la compañía EMI, que consigue su fichaje. El otro es Javier del Moral, entonces en Zafiro, que tira en dirección a su propio sello. Pero cuando Javier salta a EMI, toda la presión camina en la misma dirección y Casal se deja arrastrar de nuevo.

Es la tercera, y esta si será la vencida. En su trabajo como productor ha coincidido con Julián Ruiz, que entonces organizaba las primeras grabaciones de Salvador. Y con Luis Cobos que entonces es arreglista y músico de sesión. Los tres se meten en el estudio de grabación y surgen nueve canciones que son totalmente novedosas en España. Cuando la movida está empezando a emerger a la luz pública, con grabaciones muchas veces sobradas de ilusión y escasa de técnica, “Neocasal” es todo un aldabonazo en el 81. Siete canciones que llevan la firma de Casal, que también aprovechó el descanso para componer. Y para diseñar la portada de su álbum. Junto a sus canciones está el “White room” de Cream y el “Life on Mars” de Bowie. Pero el tema que se impone, por su originalidad y su fuerza, es “Champú de huevo”.

Sin duda se está incubando un éxito y una revolución. Este disco todavía les parece a muchos un montaje organizado por un talento promotor, pero sin autentica música dentro, aunque se admira la calidad del sonido y la perfección del trabajo. Casal no va a dar respiro a los que aún no han tomado una decisión, no se han forjado una opinión sobre su música. En el 82 aparece una canción que va a ser el anticipo de su siguiente álbum. Es “Embrujada” y con ella se confirma lo que muchos sabían en el fondo, pero no se atrevían a manifestar, detrás de esa música había un talento de primer orden, además de un montaje de autentica categoría. Un artista total que cuidaba al detalle las canciones y la puesta en escena.

Por aquel entonces Casal daría un paso que le confirmaría como artista de cuerpo entero. Iniciaba la televisión de Calviño un nuevo programa musical, por nombre “Tocata”, que se había comprometido a aparecer con sonido real y en directo. Y fueron muchos los artistas que ante tales condiciones fueron “cayendo del cartel” por diversas disculpas. Casal cogió el toro por los cuernos, se presentó en el primer programa de la serie, y lo salvó. Así, literalmente. El programa fue un desastre de organización. Los presentadores se equivocaron cada vez que abrieron la boca, los eléctricos no encendieron las luces a tiempo, el decorado no estaba terminado y las cámaras vagaban por el estudio. Pero la música de Casal sonó alto y fuerte, tranquilizando a los responsables e incluso a la novel presentadora, que no sabía por dónde debía salir Casal y le buscaba por los alrededores del escenario cuando casi empezaba ya a cantar.

El álbum que anticipaba “Embrujada” fue un enorme éxito y de él salieron temas como “Etiqueta negra” “Póker para un perdedor”, “Los pájaros” o “African Chic”. Fue número uno en albumes y varios de sus temas lograron la misma distinción en la categoría de singles. Y mientras los éxitos se sucedían, Casal se había metido ya en el estudio para empezar a preparar un álbum sorprendente, el tercero de su carrera, que además iba a aparecer en dos formatos diferentes. El álbum se titulaba “Hielo rojo”, y tenia nueve canciones. “Pánico en el edén”, “Teatro de la oscuridad” o “Hielo rojo”, que daba titulo al disco, eran las canciones que fueron imponiéndose para demostrar que en la mente de Casal había reservas para mantenerse en el primer plano.

Había sido una carrera meteórica. En el 81, el álbum “Neocasal”. En el 82, el single “Embrujada”y el primer número uno de su carrera. En el 83, “Etiqueta Negra”. Y en el 84 “Hielo rojo”. Una carrera sin respiro. Casal había encontrado por fin su camino y nos había convencido a todos de que era él quien tenía razón cuando empezó su tercera etapa hacia su autenticidad. Los formatos habituales no bastaban ya para mostrar su imagen al completo y por eso a la vez que se lanzaba el LP se editaba una serie especial que además del LP completo ofrecía cinco canciones en formato maxi-single, con duración extendida y aún más espectaculares en las mezclas.

¿Hasta donde podía haber llegado Casal en esa explosiva salida? La respuesta nunca la sabremos, porque por tercera vez va a tomarse un respiro. Este de forma involuntaria. Una desgraciada concatenación de accidentes y enfermedades le retira de circulación durante casi tres años. Todo empezó con un esguince mientras cantaba en el Pachá valenciano. El propio Casal cuenta, en otro lugar de ese cuaderno, la sucesión de incidencias que le llevaron a la cama del hospital y a una larguísima convalecencia, mientras su cabeza se debatía entre la desesperación y la ilusión. Al final ha ganado la ilusión y Casal volvió al estudio de grabación.

Ha salido de la tercera pausa en su carrera. Y no olvidemos que cada reaparición ha resultado más fuerte que la precedente. A su lado siguen los mismos hombres que creyeron en él y Julián Ruiz como productor. Por esas coincidencias del destino, que nunca son casuales, “Eloise” de los hermanos Ryan, como autor e interprete, es su nuevo banderín de enganche. Casal dice que es como si volviera a empezar. Si los veinte años próximos son como los veinte que le separan de aquella primera vez que empezó, la música española va a tener que contar, y mucho, con él.

1988 - Casal: Carisma - apunte biografico

Carisma es la palabra que mejor puede definir la personalidad de alguien tan peculiar como Tino Casal. Amante de la experimentación disfrazada de clara y directa provocación, añadió, añade aún, gotas de animación y colorido al mundo del pop español contemporáneo.

Casal empezó a cantar en su Asturias natal «en la época en que se hacían famosos los Beatles», como él mismo recuerda. Su primer grupo fue Los Zafiros Negros, donde ya empezaba a componer, cantar y tocar la batería. Pero lo de la batería era sólo afición, y su siguiente paso fue un grupo, asturiano también, llamado Los Archiduques. Allí Casal era exclusivamente cantante, y con contrato discográfico incorporado. El primer tema que graba se titula «Lamento de gaitas», versión del tema «I love how you love me'», de los hermanos Paul y Barry Ryan. Después de tres discos se produce un frenazo voluntario en su carrera. Casal no ve claro el camino que van llevando Los Archiduques, cada vez las ideas del grupo son más distintas de las suyas.

Decide marcharse a Alemania, Francia e Inglaterra mientras su grupo se aleja de la corriente pop para convertirse en orquesta de baile. Casal vuelve a España con nuevas ideas, monta un pub y se dedica a la pintura, una de sus es aficiones que, de no haber mediado la música, podía haber sido también profesión. Estamos aún a principios de los setenta y sus innovadoras ideas chocan con la tradición general. En 1978 gana el premio de la crítica en el Festival de Benidorm con el tema «Emborráchate»'. El gusanillo de la música es muy fuerte, y a finales de los setenta y primeros de los ochenta se dedica a producir a grupos. Gente como Obús, Tacones, Goma de Mascar o Vídeo llevan entre sus notas la huella del asturiano.

La etapa de la verdad de Tino Casal comienza cuando ficha por la compañía Emi. Coincide con el diskjockey y productor Julián Ruiz (quien entonces trabajaba para el guitarrista Salvador) y con Luis Cobos cuando hacia de arreglista. Los tres se meten en un estudio de grabación y surgen nueve canciones que son totalmente novedosas en España. Cuando la movida está empezando, el álbum Neocasal en el 81. El tema de impacto fue, todos lo recordamos, «Champú de huevo».

Sin apenas dejar tiempo para que el público se recuperara del impacto, ve la luz un nuevo single como adelanto de un ya terminado elepé. El tema era «Embrujada», todo un prodigio (de buena producción y mejor sonido). Sin dejar prácticamente tiempo al tiempo Casal se mete' de nuevo en un estudio para ir preparando el que seria tercer disco grande de su etapa como solista.

Hielo rojo logró por fin que el gran público conociese a fondo a un asturiano que había revolucionado la música nacional. El tema «Pánico en el Edén» fue utilizado como sintonía de la vuelta ciclista a España de 1984 y los demás temas fueron uno a uno publicándose como sencillos y escalando las listas de éxitos Había sido una carrera meteórica y sin respiro. Casal había encontrado por fin su camino después de mucho buscar. Los formatos clásicos no bastaban para mostrar su imagen al completo, por lo que simultáneamente a cada disco editaba un maxi-single con cinco canciones de mezclas. Por tercera vez se tomó un respiro, aunque esta vez totalmente involuntario. Una desgraciada sucesión de accidentes y enfermedades le retira de la circulación durante casi tres años. Todo empezó con un esguince mientras cantaba en una sala valenciana; a ello siguieron una serie de incidencias que le llevaron a una cama de hospital y a una larga convalecencia.

Hasta 1988. El espíritu luchador de Casal acaba siempre por arreglar todas las situaciones. Siempre hay que tocar fondo para salir a flote, y eso fue lo que le ocurrió a Tino. Ya recuperado y con ganas de volver a comerse el mundo, edita en ese año el que es su último trabajo hasta la fecha, Lágrimas de cocodrilo, también producido por Julián Ruiz. La sofisticación sigue predominando unida a una calidad de sonido fuera de lo corriente. El disco se abría con el tema «Eloise», versión de la canción del mismo título que años antes popularizara el británico Barry Ryan. Si bien en la década de los ochenta surgieron cientos de grupos y de estéticas diferentes, muy pocas de ellas pasarán a la historia de la música pop nacional. El fenómeno Casal, su música, su imagen, quedará grabado en las retinas y oídos de los aficionados.

martes, 28 de agosto de 2007

1991 - Casal: Tino Casal será el "fantasma" del 92

Madrid.- Se esconderá en las cloacas del teatro. Tapará su rostro con una máscara y raptará a una joven. Tino Casal (40 años) será "El fantasma de la ópera". Interpretará el papel protagonista de una nueva versión de la obra, que se estrenará en España en 1992.

"Se trata de una producción española con capital alemán. Estará a cargo de Jaime Azpilicueta", señala el cantante asturiano. Los aplausos no le faltarán. Tino lo sabe. Pero no le importa: "La música es mi cáncer. Me gustaría dejarla. Estoy harto de andar dando gritos por ahí. Pero no puedo porque tengo contratos firmados". Su verdadera pasión es el arte.

El pasado verano, Tino Casal, Fabio McNamara, Antonio Villatoro y Fernando Casares formaron el movimiento artístico "Caos". La remodelación del Parque Central de La Habana es su proyecto más ambicioso. "Lo empezaremos en octubre". También viajarán a la playa de Santa Maria en Bahamas (donde desembarcó Colón). Recogerán materiales para un mural que decorará el pabellón de Cuba en la Expo de Sevilla. Su objetivo, "ser los primeros". Su filosofía, "la libertad". McNamara perfila: "Nos gusta pintar haciendo un «menage» con los modelazos que posan”. No atienden a modas. Ni a crítica. Sólo aman al público. "Que aprovechen: estamos en rebajas. Vendemos desde 25.000 pesetas". Los "Caos" también cantarán. Quieren lanzar al mercado un maxisingle. "Seremos "Caos side story"", corean. Entre los temas: "Se nos cae el pelo pa´ atrás" o "Del cocherio me fío".

Gervasio Pérez

1991 - Casal: Pinturas de guerra

A la hora de calificar a Tino Casal como artista, el adjetivo que mejor le cuadra es el de polifacético. Cantante, compositor y diseñador de ropa, ahora se nos da a conocer como pintor y escultor. La colección de sus obras, que ha presentado en una galería de Madrid con el título de «Pinturas de guerra», recorrerá posteriormente distintos puntos de la geografía española y será expuesta también en Japón.

En Oviedo, donde nací -recuerda Tino-, estudié durante seis años en la Escuela de Artes y Oficios. Luego vino lo de la música y me olvidé del tema, pero a raíz de la necrosis de cadera que sufrí hace cinco años, que me tuvo inmovilizado dieciocho meses, volvió a renacer mi interés por las artes plásticas.

La preparación de su primera exposición le ha llevado un año de intenso trabajo y le ha obligado a desatender su faceta como cantante.

La pintura exige mucha más energía que la música -asegura Tino-. Le tienes que dedicar las veinticuatro horas del día. Para enfrentarse al lienzo hay que estar totalmente concentrado, por eso yo pinto por las noches y en absoluto silencio. La exposición que he presentado se titula “Pinturas de guerra” porque cada cuadro es una lucha. Ninguna de mis obras sale de mi estudio hasta que considero que está totalmente finalizada.

Cómo te sientes mejor; ¿cantando o pintando?

La música y la pintura no tienen nada que ver, pero yo creo que tener notas conjuntadas. Me siento más auténtico y libre pintando que cantando. La música, antes de convenirse en un producto acabado, pasa por muchos intermediarios.

G. Brassens. Foto S. Alvarez.

1988 - Casal: Nos habla de sus origenes

¿Cual fue tu primer contacto con la música?

Yo tendría trece o catorce años, vivía en Oviedo y estaba estudiando en la Escuela de Artes y Oficios. Mi hermano mayor cantaba muy bien y a mi se me pegó el gusanillo. Con unos amigos hice un grupo que seguramente éramos los primeros en Oviedo en usar guitarras eléctricas y tocar el “Twist & shout” de los Beatles y otras barbaridades... Pero entonces allí en Asturias había un grupo que era mucho más profesional que nosotros: Los archiduques, habían tocado mucho y hasta habían grabado un disco, lo que era casi una proeza. Por las circunstancias entré en contacto con ellos cuando les hacía falta un cantante para grabar otro disco y nada, a mi me pareció estupendo, y allí empecé a cantar. Recuerdo que ya entonces hacíamos una versión del “Eloise” que a mi y al guitarra nos gustaba mucho y éramos los que teníamos las ideas más claras del grupo y de la música.

¿Recuerdas alguna anécdota curiosa de entonces?

Una vez fuimos a Madrid a grabar en la Columbia, estaban Los Canarios en el estudio haciendo una versión del “Gimme some lovin” y aquello nos impactó muchísimo: ver a Teddy Bautista con melena larga y una guitarra naranja, una Grest, cuando nosotros no salíamos de oir a los Herman Hermitts y a Manfred Man, fue muy fuerte. Otra fue cuando entramos a grabar “lamento de gaitas”. Nosotros llevábamos un pedal distorsionador de guitarra. Al enchufarle, sonaba un ruido que se metía por todos los canales de la mesa. Los técnicos del estudio estuvieron toda una mañana intentando descubrir de donde salía el ruido de la guitarra. Al final se grabó con ruido y todo. No era más que el sonido de la guitarra que salía del pedal que era una distorsión primitiva y supersaturada. Con Los zafiros negros fueron años más brillantes, todo era muy fresco. Luego con Los archiduques era mucho más profesional y hasta aburrido, promoción, giras por provincias, nos iban demasiado bien las cosas y casi nos dedicamos a hacer una vida contemplativa. Hicimos un segundo single que fue un fracaso, hablaba de Dalí y el sol, en fin, una letra pedante y horrible. Allí yo decidí dejar el grupo e invertir mi tiempo en otras cosas.

¿Que hiciste entonces?

Estuve viajando por Europa, Londres, Alemania. Cuando regresé monté una banda y fiché por una compañía que me quería convertir en una especie de sustituto de Nino Bravo. Pero mi concepto de la música no era ese y después de dos discos me despedí del negocio y me dije paso de historias, no quiero saber nada. Al poco tiempo monté un pub que se convirtió en un centro de moderneo y tal, justo cuando estaban surgiendo los Clash y los primeros punks. Se juntaba mucha gente por entonces moderna. Luego me puse a trabajar en producciones de gente muy diversa. Con los Salvajes hicimos unas maquetas en plan Graham Parker y así, pero me dí cuenta de que era inútil. Reaparecieron a finales de los setenta pero se lo querían hacer en plan heavy y aquello nunca se editó. Después hice lo de Goma de Mascar que fue una mezcla del concepto Giorgio Moroder, el rey del disco alemán, canción pop y buenas dosis de sonido fuerte casi heavy con glamour. Más tarde a Obús quise darles una imagen a lo New York Dolls en plan glam, pero no era de eso de lo que iban.

¿Tienes intención de nuevos trabajos de produccióin? ¿te interesa algo la escena española?

Sí, quiero hacer algo con el grupo asturiano Salón da da. Hay cosas que me gustan como Tam tam go! Hay otras que dan pena y creo que frustran lo que se ha estado haciendo durante los últimos años por gente como Mecano o yo mismo. Grupos como Hombres G traicionan un poco esa labor porque los discos en este país suenan. Es cuestión de elevar el nivel estrictamente musical, son casos que a mi me parecen un retroceso en ese sentido.

¿Por que regresaste al mundo del disco? como cantante me refiero...

Después del trauma de mi última experiencia con el Festival de Benidorm quedé desmotivado para cantar y asumir un peligro que no me atrevía a afrontar. Fue gracias a Julián Ruiz y a los hombres de la compañía. Gracias a ellos me fui animando y atreviendo para hacer y cantar mis propias canciones. Pero fue muy poco a poco. Traté de convencerme yo y de no convencer sino de enamorar con las canciones a los hombres de la compañía, dejar que por ellos mismos confiaran y me dijeran: vale! que se convencieran ellos también, sin prisa y dando margen a lo que iba a ser mi debut para mucha gente.

¿Julian ruiz ha trabajado contigo en todos tus discos?

Julián es un gran amigo, compartimos muchos gustos, calidad de vida... Hay una perfecta compenetración entre los dos a la hora de hacer los dieces no hay nadie que teóricamente pudiera trabajar con él como con Julián. Tiempo atrás me hubiera gustado hacerlo con Steve Lillywhite pero ahora... no se además creo que cada vez me voy haciendo más maduro, más personal. Ahora canto de manera que antes no me atrevería a utilizar. Antes cantaba algo y me salía un deje como flamenco y así no me gustaba, no lo exprimía. Ahora si me dejo deslizar me salen unos matices especiales. Son cosas que se llevan creo en la sangre, que quieras o no, has oído siempre las tonadillas, la copla, el flamenco y en el fondo eso se incrusta a veces, va implícito en los genes a lo largo de las generaciones.

Publicado en Discomarket - 1988? -Almarza-

1990 - Casal: Soy un autentico fetichista - Marzo 1990

Se le podría clasificar como un extravagante que juega a serlo. Tino Casal, barroco y colorista, es un cantante que sabe mezclar la imagen y la música.

Su último disco, Histeria, es, según Tino, "un grito de atención de todo lo que esta sucediendo a mi alrededor, aunque yo no soy un histérico. El titulo es solo un juego".

Curiosamente, este ultimo trabajo de Tino, un asturiano que estudio artes y oficios, está dedicado a Enrique Naya y Juan Carrero, Costus, artistas que murieron a causa del Sida. "Eran muy amigos míos. Llegamos a Madrid al mismo tiempo, dispuestos a comernos el mundo y nos unía la misma manera de ver la vida, las mismas ilusiones. Se les ha tratado muy injustamente, porque antes de conocer la enfermedad de Enrique Naya no se había valorado su potencial artístico, que era riquísimo”.

“El sensacionalismo del Sida es una tragedia y la de ellos era realmente vivir en otro plano de la vida y de la mente. Enrique no debía morirse de SIDA. Con ellos se fue una parte de nosotros mismos, pero solo nos hemos quedado con el morbo" cuenta Tino Casal.

Aparentemente, el cantante pudiera parecer una persona frívola, "y quizá lo sea, porque la frivolidad puede ser un escudo protector del alma. La seriedad tiene mas encanto a priori, pero es mas legal la gente que detrás de la frivolidad posee un mundo personal mas rico”.

Tino Casal tuvo un paron en su carrera discográfica y artística a causa de una enfermedad ósea, ya superada. Pero este tiempo le supuso una reflexión ante determinados temas como la muerte. "No le tengo miedo. Además obedece a unos cánones estéticos de influencias culturales. De todos modos, soy muy optimista y lucho por ocultar la parte negativa de la vida. Hay que buscar la energía y la luz, y ejercer con la imaginación", asegura Tino.

El cantante, además de dedicarse a la música, es pintor y mantiene una curiosa relación con su entorno a través de la pintura. "Es un universo donde puedes estrellarte, pero eres autentico porque no hay intermediarios. Es muy diferente al de la música , porque en ella eres mucho menos libre, a causa de la industria y el 'marketing', las modas y el dinero. Todo ello es valido, pero hay que convertirlo en arte”.

"Ahora estoy pensando exponer en septiembre u octubre". La casa de Tino Casal es un universo barroco, que da idea de lo heterodoxo de su propietario. Objetos de todas clases, como serpientes de madera lacada, esculturas, neones y esqueletos auténticos pintados rodean al cantante. "Son los juguetes que te prohibieron siempre”.

“Soy un autentico fetichista y me gusta tener muchas cosas a mi alrededor. Todo ello expresa un gusto por determinada estética. Es mas pura para adquirir una vision de la personalidad", cuenta el cantante.

Tino asegura que llora por algunas cosas, "las mas absurdas" y que sufre "por no tener los ojos verdes, por no ser mas alto y especialmente por el medio y la adaptación del artista, que tiene que tener un pie en la tierra y otro en el cielo"

Susana Villalba - Entrevista publicada en la revista "Panorama" el 19 de Marzo de 1990

1984 - Casal: Cien preguntas a Tino Casal - Agosto 1984

Amibilla, lince del periodismo como todos sabemos, se sacó de la manga, del bolsillo o de vaya usted a saber dónde, una fórmula infalible para fisgonear en la vida de los famosos. Semanalmente, en la revista Semana, multitud de rutilantes estrellas desnudaron su espíritu para solaz del lector. Miguel Ángel Arenas, en humilde intento de emular al maestro, somete a Tino Casal a los rigores del tercer grado.

Nombre completo:

José Celestino Casal

Nombres de padre y madre:

José Celestino y Francine

Edad

Toda

Estudios:

Todos y ninguno

Estado civil:

Operado

Primer recuerdo:

No recuerdo ahora

Misión en este mundo

Tráfico de estrellas

Religión:

Lo mejor de cada una

Creencias:

Todas

Oficio:

Pedicura musical

¿Qué es lo que menos te gusta de ti mismo?:

La falta de realismo

¿Qué es lo que más te gusta de ti mismo?:

La falta de realismo

¿Qué imagen te gustaría dar?

La tuya

¿Has sido alguna vez marxista?

No

¿Que opinas de Alianza Popular?:

"Extraordinario", extra-ordinario

¿Que político te parece más sexy?

Emilio El Moro

Sueño imposible:

Todos

Sueño posible:

Todos

¿Qué es lo primero que haces al levantarte: -exceptuando la obligada visita al baño-

Encender la tele

¿Que harías en el hipotético caso de ser el rey de España?:

El ridículo

Deporte favorito:

"Esgrima" cerebral

¿Usas zapatillas en casa? ¿cómo son?

Con plataforma de strass y pompón

¿Y bata? ¿cómo es?

De satén gris reversible, alpaca negra por dentro, manga japonesa cortada el bies, escote de pico y escote de barco de strass -a juego con las zapatillas-, cuello de smoking de marabú negro

¿Has sido hippie?:

Sí, en una pelicula

¿Y punk?

Paty-punk rockabilly, mas bien

Cinco cosas que te llevarias a una isla desierta:

La ironía, la paciencia, la risa, un modelo de bambula y un capazo repleto de píldoras de todo tipo

Cinco cosas que eliminarías de la faz de la tierra:

La bambula, el capazo y todas sus consecuencias estéticas

Describe la forma en que te gustaría morir:

Con un pico de tortilla española en la vena, en un flight case tapizado con dacha morada

¿Cómo te gustaría ser recordado?:

En sistema sensoround y 35 milímetros

Tu enfermedad favorita:

El amor de madre

Como reaccionarías si de repente descubrieses que tu madre es infiel a tu padre:

No me cuadra

Tu animal favorito

La rata

¿Has tenido alguna experiencia bestialista?

Sí, constantemente

¿Qué defecto tuyo te ha sido reprochado mas frecuentemente por tus amantes?

El peso especifico, constantemente encima

¿Qué es lo que menos soportas de una persona?

Aguanto todo lo que me echen

Video-clip musical favorito:

Hasta hoy: "Shook the monkey" de Peter Gabriel

¿Saber cocinar?

Nada, ni freir un huevo

Comida favorita:

Todas las que engordan

Bebida favorita:

Cocktails

Droga favorita:

La de nacimiento, religión y política

Vicio preferido:

La música

Tus peliculas favoritas:

Sor Citroen

Actores:

Terence Stamp, Dick Bogarde, Donald Sutherland

Un lugar donde te gustaría estar ahora mismo:

Andorra del Este

Programa de televisión preferido:

Vivir cada día

Presentador/a mas filón:

Angelines Morales

Cinco canciones:

El rock de la navaja, Estoy volviendome lobo, Una vieja y un viejo van pa Albacete, Pimpinela

Cinco elepes:

"Young Americans" de Miss Bowie, "No te subas a la parra" de Emilio el Moro, "San Jacinto" de Peter Gabriel, y el de Imma Sumak

Un cantante:

Phillips Jap

Un bajista:

Tony Levin

Un guitarrista:

Eddy Van Halen

Un teclista:

Larry Fast

Un bateria:

Marotta

Un look:

El nazi

Un peinado:

Frito hasta la cintura

Anuncio favorito:

Nutrexpa.

¿A que personaje mitológico te gustaria parecerte?

Ulises

¿Que piensas de la Biblia?

"Mu mona"

¿Con qué personaje fantástico te gustaria pasar una velada íntima:

Con Campanilla

¿Has tocado alguna vez la flauta?

Todos los dias

¿Y la gaita?

De ocho y cuarto a diez menos veinte

¿Has tenido ladillas?

Centollos y andaricas amaestrados

Revista favorita:

Pronto, Caso e Indiscreta

Periodista favorito:

"Yale Vicariño"

Un crítico musical:

Mariscal Romero

Tus cinco libros favoritos:

"Las once mil vergas" y "el camino" de Kipling

Cinco escritores favoritos:

Kipling, Stendal, Gina Lollobrigida, Fany MacNamara y el memorándum de Tina de las Grecas

Un futbolista:

Paco Camino

¿A qué le tienes miedo?:

A tí

¿Te han operado de algo?

De los nervios

Tu color preferido:

El verde Nilo

Tu combinación de colores favorita:

Sepia y musgo

Un tejido:

La bambula y la licra

¿Te afeitas con brocha o maquinilla? ¿porque?:

Simplemente de pico, ¿por qué de qué?

Tu marca de champú:

Agrado

De jabón:

Lagarto

Colonia:

Cuero Ruso

Dentrifico:

Teelack

¿En que postura duermes?

"A pata suelta" o "A mandibula batiente"

Un país:

Andorra

¿Qué hiciste anoche?

Bailar hasta morir

El colmo del mal gusto:

Eruptar en mono

El colmo del buen gusto:

Eruptar en estéreo

Una flor:

La flor del loto

Un museo:

El británico

Un coche:

Jaguar

¿Por quién te gustaría ser producido?

Por Enrique Busian

La palabra mas rara que recuerdas:

Paradinetilamimobenciodirretorramina

Diseñador de moda preferido:

Jean PaulGaultier, Vivianne Westwood y Rufete

¿De que te averguenzas más?

De mi futuro

¿Que te pones para dormir?

Rulos y mascarilla

¿Has ido alguna vez de putas?

A Carretas

¿Ademas de la música, que otros oficios has tenido?

Ninguno, solo Carretas

¿Qué periodico lees?

El Caso y el Daily Mirror

¿Qué raza humana te gusta más?

La negra

¿Eres fogoso en la cama?

Como un cordero pascual

¿Que piensas de los travestis?

Depende del estilo, del tipo y de las tetas. Pero en general todos son maravillosos

¿Y de los gitanos?

Lo mismo de antes

¿Hablas algún idioma?

"Ingré"

¿Qué palabra te describe mejor?

Replicante


Entrevista de Miguel Angel Arenas, publicada en Rock Espezial en agosto de 1984