lunes, 3 de septiembre de 2007

2000 - Casal: Genio y figura entre modernos

"El delicado arte de deslumbrar"

YA ERA HORA DE QUE SE HICIERA justicia con Tino Casal. “Casal Vive” es un homenaje a un tipo que no tuvo tiempo de darnos todo lo que llevaba dentro ni en lo musical ni en lo humano, un artista entrañable que, en los ochenta, fue por delante de su tiempo y de sus contemporáneos.

No entró en los selectos circuitos de los modernos porque, yo pondría la mano en el fuego, era el más moderno y, por ello, era mirado con recelo. Era un desinhibido perfeccionista que podía invertir meses enteros por un "quítame de aquí esa cuerda" para desesperación de sus eternos colegas de travesía, su ingeniero Jesús N. Gómez y su productor Julián Ruiz.

Sobre la grabación de “Eloise” se podría escribir un libro. En un entorno donde lo que molaba era cantar medio desafinado, Casal era un irreverente encantador.

Grabó cinco álbumes en los ochenta. Su inquietud le hubiera permitido hacer más pero el destino no lo quiso. Los dos primeros álbumes, NeoCasal y Etiqueta Negra, marcaron un camino a seguir en el entonces naciente nuevo pop español. Con el tercero, Hielo Rojo, continuó la curva ascendente. Pero durante la gira de presentación, un accidente sobre el escenario le produjo una lesión de cadera que le mantuvo sobre el filo de la navaja durante más de tres temporadas.

Tras múltiples operaciones que le dejaron muy mal parado, hizo de su bastón un adorno más de su siempre particular sentido de la estética. Grabó dos nuevos álbumes que aTinaban nuevamente. Lágrimas de Cocodrilo e Histeria son monumentos de ingeniería genética del pop nunca apreciados en su justa medida.

Finalmente, un accidente de tráfico, volviendo de una noche de risas, se lo llevó estúpidamente. Casal Vive es un doble compacto que rescata sus buenos viejos éxitos en su versión original o con nuevas mezclas a cargo de Pumpin' Dolls.

Alberto Vila - Rolling Stone - Agosto 2000

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