lunes, 3 de septiembre de 2007

2004 - Casal: 13 años recordando a Tino Casal

“El documental de José Antonio Quirós persigue sacar a la luz la personalidad desconocida del artista de Tudela Veguín”
“Gerardo Quintana publicará a finales de año la biografía de Tino Casal”
“Las canciones de Tino Casal tienen plena vigencia, pueden considerarse un clásico”, asegura Quintana

Han pasado trece San Mateos desde aquella fatídica noche del 22 de Septiembre en la que el “Opel Corsa” que en el que viajaba se estrelló contra una farola en la carretera de Castilla, en Madrid. Trece San Mateos en los que su familia, sus hermanas, Conchita y Maritina Casal viven las fiestas aún sin creer que su hermano Tino no está, a veces casi pensando que aquel chico que pintaba en Tudela Veguin para muchos de sus vecinos está en uno de sus múltiples viajes o en Madrid y pronto volverá. Sin embargo, la triste realidad les hace volver rapidamente a ser conscientes de su desaparición, máxime durante este año en el que Tino Casal, el hermano, ha sido el epicentro de un documental rodó por el director asturiano José Antonio Quirós y próximamente saldrá una biografía escrita por el periodista madrileño Gerardo Quintana.

Desde la muerte de Tino Casal, el autor entre otros muchos temas de “Eloise” o “Champú de huevo”, sus canciones han seguido sonando en los cds, los tocadiscos y los casetes de muchos de sus fans. Son varias las generaciones de españoles que aún le recuerdan, aunque no haya habido, como en otros muchos casos, un grupo de artistas-amigos que a través de su música le rindiesen un homenaje. Tan solo hace cuatro años se publicó un CD recopilatorio con algunos de sus temas titulado “Casal vive”. Era la era de “Operación Triunfo” y la venta de los cds piratas, este trabajo consiguió ser disco de platino, es decir vender 100.000 ejemplares en unos pocos meses, como bien recuerdan tanto sus hermanas como el autor de la primera biografía de Casal, Gerardo Quintana.

Conchita Casal reconoce que en estos momentos comienza a volver a mirarse a la obra de este músico, que como ella dice “era un artista en toda regla”. Ella, Gerardo Quintana y José Antonio Quirós, reclaman claramente un reconocimiento para, ante todo, un músico que fue un adelantado a su tiempo. “No creo que Tino fuera suficientemente reconocido en vida, quizá porque la gente no entendía muy bien su forma de ver la vida”, dice Conchita Casal. Tino, recuerda, siempre demostró una forma muy diferente de ver el mundo, ya desde que vivía en Veguin y podía quedarse toda la noche dibujando en el mármol de la mesa de la cocina de su casa.

“Mi documental pretendía poner la miel en los labios para aquellos que quisiesen conocer la personalidad de un hombre que fue un adelantado de su tiempo, por su manera de sentir y de saltarse las normas”, dice el director asturiano, José Antonio Quirós, autor también de la película, “Pídele cuentas al rey”, Quintana, que desde su niñez fue fan de Tino Casal confiesa que aún no es capaz de entender este olvido-silencio de tantos años. “Su música sigue de rabiosa actualidad, sus canciones podrían ser perfectamente número uno”, sostiene con pasión el periodista madrileño.

Quirós y Quintana

Quirós y Quintana han partido de dos puntos diferentes a la hora de abordar sus trabajos. Quirós no conocía a Tino Casal y se planteaba hacer una historia de ficción hasta que se topó y descubrió las personas del entorno de Casal y documentos e imágenes del archivo “muy interesantes”. De este modo decidió aparcar la ficción, tan solo de momento, y lanzarse al documental puro y los testimonios. En la sala de edición y por delante de las cámaras del director del documental “Gran Casal… me como el mundo” desfilaron los protagonistas de aquella “movida madrileña”, que ahora parece resurgir de sus propias cenizas. Olvido Gara “Alaska”, Fabio McNamara, Antonio Villa-toro, Paco Clavel, Damaris Montiel, Miguel Angel Arenas “capi”, Antonio Alvarado y “Pol” Ferguson, son algunas de las personas que conforman esta lista de relatos en primera persona que alcanza los 35, y que incluye también los de Conchita Casal y algunos de los componentes de “Archiduques”, la segundo formación de Casal tras los primeros pasos en el grupo “Los zafiros negros”. “he intentado mostrar personajes de mundos muy contrastados y de diferentes generaciones y décadas”, asegura Quirós.

Quirós reconoce haberse sentido identificado con algunos de los aspectos que fue descubriendo de Tino Casal a medida que componía las piezas del puzzle documental. El director tenía como objetivo volcarse sobre todo en la psicología de Tino Casal, lo que a su juicio supone una mayor complejidad hasta llegar a ofrecer un retrato mas humano de su entorno y su manera de vivir la vida. Quirós subraya el hecho de que Casal llegó a la cima desde un pequeño pueblo como era Tudela Veguin, un punto que tiene conexión con su propia carrera, por aquello de haber nacido en un pueblo alejado de una gran urbe cultural. Ambos crecieron sin un ambiente musical o artístico como podría ser Madrid o Barcelona. “Eso es lo que le ha hecho ser más rebelde”, sostiene.

Dentro de esa personalidad también recuerda Quirós uno de los rasgos de Tino Casal, el humor, la retranca con la que puso coto o intentó sobrevivir al “concepto maldito que él arrastraba y que le hicieron mucho daño como por ejemplo esa confusión que hubo sobre el Sida”.

Al autor de “Pídele cuentas al rey” le han quedado algunas cosas en la recamara y para finales de año editará un DVD. En él se podrá observar algunas cuestiones inéditas que prefiere mantener bajo sigilo hasta su publicación.

Gerardo Quintana tiene ya casi cerrado la edición de su biografía con una conocida editorial asturiana, la óptica desde la que comenzó a escribir sus primeras líneas es distinta a la del director de cine. El escuchó, en la hoy desaparecida Radio España, un tema que le impactó. Era, ni mas ni menos que “Eloise” y el contaba, por entonces con 12 tiernos años. A partir de ahí fue viendo programas donde salía Tino Casal, comprando sus discos y recopilando los artículos que sobre él se publicaban en prensa y revistas especializadas. Hoy es mucho el material con el que cuenta, incluidas, por supuesto, grabaciones, discos… que se almacenan en su casa de Madrid.

Corrían tiempos en que, como dice Gerardo Quintana, se fan de Michael Jackson, Madonna o incluso Hombres G “estaba bien visto”, pero ser fan de Tino Casal hacia que la gente pensase que eras un “bicho raro”. Sin embargo, Quintana recuerda que Tino tuvo muchos fans, su hueco dejo huella y la gente hoy se sigue acordando de él. Cuando comenzó a hacer radio siempre pinchaba temas de Casal. De esto hace 10 años y le miraban como “si estuviese pasado de moda”. “Hoy esas canciones no se han pasado de moda, esa es la virtud de las canciones de Tino. Según vayan pasando los años se convertirán en clásicos”, sostiene el periodista.

Como fan que era pasó la década de los 90 añorando que se hablase de Tino Casal, una persona “que ha roto moldes tanto en estética como en el tipo de música que hacía. Es curioso que siendo como fue un maestro de muchos grupos de música y con tanta gente que le debe a Tino, nadie hiciese un tributo” ¿Por qué?, la respuesta es variada: “desagradecimiento o miedo a que hiciese sombra a alguien”,

El paso decisivo para ponerse delante del ordenador fue para Gerardo Quintana las ventas alcanzadas por recopilatorio “Casal Vive”. En ese momento se sintió arropado entre tanto admirador que se acercó a las tiendas para adquirir el disco. Dejó de pensar que era el único y comenzó a ver que siendo periodista y no habiendo ninguna biografía, tenia el camino despejado.

La leyenda

Gerardo Quintana estructurará su libro en forma cronológica y puntualizará muchas cosas que aún siguen poco claras para mucha gente. Por ejemplo la muerte en un accidente de tráfico, que algunos siguen diciendo que fue producida por el Sida o por sobredosis. También la edad del cantante, que era 41 años y no 51 como han aparecido en otras publicaciones. Esa aura de misterio sigue existiendo aunque también reconoce que al cantante, en vida, le gustaba rodearse “de ese misterio”.

La publicación dejará claro que desde pequeño fue un “artista nato”. Del mismo modo se verá, dice Quintana, que Tino Casal era “mucho mas que “Eloise” o “Embrujada”, es decir que era un artista completo: cantaba, componía sin saber solfeo, pintaba, hacia escultura, decoraba, diseñaba, hacia producción, composición y arreglo para otros grupos”.

De la obra de Tino quedan muchas cosas dispersas. Entre los vecinos de Tudela Veguin se conservan cuadros de “Tinin”; la familia también tiene obra, al igual que muchos amigos dispersos por la geografía española. En el cuartel de El Ferral donde hizo la mili también se conservan en su sala de armas varios murales alusivos al tema.

Aunque la movida madrileña le influyó, Gerardo Quintana destaca que Tino Casal siempre iba por delante “y a su aire”. Fue el primero en viajar a Londres y se empapa de sus movimientos y estética. En 1981 en su primer LP “Neocasal”, piensa Quintana la estética que muestra es anterior incluso a Alaska, que fue una de las precursoras. Tino fue un pionero en rapar el occipital y llevar el pelo rasta.

Su objetivo es descubrir a Tino Casal en todas las facetas artísticas y en la personalidad al completo. Una personalidad que conjuga su gusto por los viajes y la vida en otras ciudades y la observación de sus estilos con el amor a Asturias. “A pesar de su estética barroca, ese halo extravagante que le rodeaba y esa imagen distante, era una persona muy cercana”, asegura Quintana después de haber hablado con mas de medio centenar de testigos directos de su vida, tanto aquí en Asturias como fuera de la región.

En el libro también se subrayará la evolución del personaje, variable en estética y en la forma de ver las cosas “igual de su año para otro”. Para este periodista, que tenia 16 años cuando se murió Tino Casal, la recogida de material para el libro ha supuesto un verdadero gusto, ya que ha tenido la posibilidad de acercarse a un hombre que a su juicio será “difícil de imitar”.

¿Dónde está aquella gente que vivía alrededor de Tino?

Una misa a la que acudieron familiares y amigos recordó esta semana la figura de Tino Casal, aquel hombre que es recordado por sus hermanas como un “artista desde niño” y que desde su corta edad “demostró que su vida iba a ser muy diferente a la nuestra”, recuerda su hermana Conchita Casal.

José Celestino Casal, nacido en Tudela Veguin, vivió “como quiso y como mejor supo”. El “crío de Casal” , como era conocido en el pueblo demostró pronto que era un gran dibujante, hasta el punto de que su padre escuchó como uno de sus profesores de dibujo le advertía de que nada mas podía enseñar al chaval.

El buen humor, el carácter familiar y el cariño son los rasgos con los que se han quedado sus hermanas tras el fallecimiento, aunque ellas tengan también unas cuantas preguntas en el aire que aún quedan sin responder. El dolor por la muerte del hermano y el deseo de no “sacar fruto” del triste suceso les ha llevado durante este tiempo a no pedir explicaciones ante los que se consideraban sus amigos. Conchita Casal, sin embargo se pregunta hoy en día “donde está toda aquella gente que vivía alrededor de él, que hicieron después”. También “que ha pasado con las maquetas del disco que iba a grabar en Japón, a donde a mi me dijo tenia previsto marcharse”.

Los discos de oro que Tino Casal tenia colgados en las paredes de su baño, pintado en Madrid, cuelga hoy en el salón de sus hermanas, al igual que sus pinturas, pero a ellas también les gustaría tener el último disco de platino que obtuvo el CD recopilatorio editado en el año 2.000, aunque sean totalmente conscientes de que es un acto simbólico. “Nadie de la compañía de discos ha tenido el detalle de ponerse en contacto con nosotros”, sostiene Conchita Casal, al mismo tiempo que subraya el gran valor sentimental que para ellas tiene esta cuestión.

De momento, son conscientes de que tendrán que luchar por todo esto y por acabar con todas las “insinuaciones que se hacen en el documental de Quirós”. El tiempo les ha curtido en todo estos desagradables asuntos, dice Conchita, pero también les ha hecho tener claro que a partir de ahora “revisaremos todo lo que se haga. Lo que se acerque a la verdad, si, pero no soportaremos cosas que desvirtúen la figura de mi hermano”.

En los últimos tiempos, en plena influencia de la música sudamericana con el triunfo de aquel ‘Ojalá que llueva café” de Juan Luis Guerra, Tino Casal, no sabia muy bien los caminos que iba a tomar la música en España, como le había contado a su hermana. Del mismo modo le había transmitido una sensación de “desengaño” en el mundo de la música.

Paula Suárez – Oviedo Diario – sábado 25/09/04

“Largo es el camino que conduce desde el infierno a la luz” (John Milton, poeta inglés)

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